A nuestras amigas las queremos ¡mucho!. Son parte fundamental de nuestras vidas: partners entrañables que lloran con nosotras las derrotas y celebran los triunfos. No en vano, dicen que se trata de la familia que una misma escoge y ¡vaya que cierto es!
Por lo anterior, nos cuesta reconocer que una amiga no es la favorable influencia que pensábamos y que su cariño realmente no es sincero. Sin embargo, hay signos inequívocos que nos demuestran que estamos perdiendo el tiempo al depositar nuestra confianza y afecto en ella. ¿Quieres saber cuáles son? En Fucsia te contamos:
1. Deslealtad: Si aquella vivencia que le confiaste posteriormente anda en boca de todos, esa chica no es tu amiga. La base de este tipo de relación es la lealtad; saber que si le compartiste algún secreto, se lo llevará a la tumba. Si resultó que esa partner no era de fiar, pues ¡deja de perder tu tiempo con ella!
2. Envidia: Si cada vez que le comentas algo bueno que aconteció en tu vida (como un ascenso o que encontraste el amor) ella - lejos de alegrarse - encuentra siempre el “pero”, desconfía. Una cosa es que manifieste recelo ante ciertas personas, pero otra que lisa y llanamente sienta molestia porque algo está saliendo perfecto en tu historia. Y eso, querida, se nota. Así es que ¡pon mucho ojo!
3. Te dice sólo lo que quieres oír: Si resulta que tu partner es un eco de lo que dices y jamás te hace ver las cosas que están mal, no es realmente una compañía valiosa. Es probable que le importe muy poco lo que te ocurra. Recuerda que una verdadera amiga te dice incluso aquellas verdades que ¡para nada! te gustan.
4. Party friend: Si en tu relación con ella no hay más profundidad que “tasar” minos en un carrete y evaluar cómo ir vestidas, se trata de una compañera de juerga, pero no de una verdadera amiga. Puede que tenga potencial de serlo en un futuro, pero no lo es en el momento actual; así es que transita con pies de plomo por ese terreno y aún no “te sueltes” con ella.
5. Te manipula: Si la chica que consideras BFF te induce a hacer cosas que no quieres, te fastidia porque no la diviertes y no entiende que además de correr cada vez que te llama tienes otras obligaciones, no es realmente tu amiga. Está pensando sólo en ella, sus necesidades y placeres, no en lo que es bueno para ti. Haz la prueba: ¿realmente te escucha cuando le cuentas un problema? Te sorprenderá el resultado.
Y bien, ¿cuántas malas amigas dirías que tienes?
Imagen CC KayVee.INC