¿Te ha ocurrido que, entre una regla y otra, un molesto sangrado se interpone entre tú y tus planes? Se trata del molesto spotting, como lo denominan los ginecólogos. ¡Y vaya que nos saca canas verdes! Claro, porque la menstruación ya es lo suficientemente pavorosa como para que encima decida visitarnos varias veces. En esos días nos sentimos decaídas, enfermas e incómodas. Reprendemos furiosas a nuestro organismo, porque ¿para qué repetir la “gracia”?
Pues bien, queridas: hoy les cuento de qué se trata. El spotting o sangrado intermenstrual se presenta comúnmente mientras ovulamos. No es un síntoma que afecte a todas las mujeres, pero sí a un pequeño - e infortunado - porcentaje (si estás buscando un embarazo puede ser útil, pero convengamos en que nos resulta poco sexy tener acción estando “al rojo”).
Debemos tener en cuenta que la ovulación en la mayoría de nosotras se presenta a la mitad del ciclo (aproximadamente el día 14, pudiendo variar entre el 11 y el 21). No obstante, a veces se retrasa por factores ambientales, como el estrés. Por ello, si el sangrado se presenta fuera de ese rango y no tomas anticonceptivos, ésta puede ser la causa. Siendo así, el flujo se observará de color rosado o marrón, pudiendo acompañarse de moco cervical. En el caso de que busques un bebé, este es el momento, así es que has vista gorda del sangrado y ¡aprovéchalo!.
Por el contrario, si lo que menos quieres es ser madre en este periodo de tu vida y tomas las providencias para que esto no ocurra (es decir, ingieres la píldora regularmente), las causas probables de este fenómeno van desde un desbarajuste hormonal o un fibroma hasta una distensión uterina por efecto de los anticonceptivos. En todo caso, no te alarmes, ya que ninguna de estas variables es grave: solamente incómoda. Para mayor tranquilidad, programa una visita con tu ginecólogo.
Y tú, ¿has tenido sangrado entre periodos?
Imagen CC Shan Sheehan