Las amistades son lo más importante cuando tenemos algo que contar o compartir; suelen ser nuestros confidentes y consejeros. Y eso es precisamente lo que buscamos todos, incluso nuestros pololos. Por lo mismo, no hay que preocuparse de las amigas que puedan tener (aunque muchas de nosotras no las vean con buenos ojos). En Fucsia, les ayudamos a destruir miedos, así es que ¡tomen nota!
1. No le tengas mala a la amiga de años, esa que lo conoce desde niño. Imagínate que han compartido tanto tiempo que no podría tener otras intenciones con él. Es mejor tenerla como aliada que convertirla en “la prohibida”. Incluso - si ella también tiene una pareja -, planea un panorama de a cuatro para compartir y conocerla mejor.
2. Tampoco a la compañera del grupo de estudio. Lo más probable es que se reúnan a repasar las materias y hacer trabajos. Piensa que sólo es eso y nada más. En estos casos es súper bueno ser empática y generosa. Recuerda que en una pareja la confianza se trabaja de a dos.
3. Su colega no es motivo para dudar. Si tu pololo te cuenta algo de ella, está bien. Porque, si nos ponemos en el caso de que existiera infidelidad, lo más razonable sería no mencionarla y evadir toda actividad contigo en la empresa (ya que su oficina en pleno estaría al tanto de la aventura). De lo contrario, ¡sería un caradura! Pero no pensemos en eso ahora.
4. ¿Odias a su amiga de fiestas y carretes? Este caso yo sé que es algo más complicado. Estamos hablando de la chica con la cual se encuentra en los cumpleaños, celebraciones y juntas de un determinado grupo de amigos. Tal vez las hayas visto un par de ocasiones y ya sabes cómo es. Pero tampoco te pongas grave: seguro también tienes amigos a los que ves un par de veces al año, para recordar los tiempos de colegio o universitarios. Suele ser juntas esporádicas, para una buena conversa y nada más.
5. ¡Relájate cuando conozca a una chica nueva! Cada vez que incorpora a un nuevo miembro en su círculo de amistades (sean del trabajo, la universidad u otro ámbito, nos ponemos alertas para saber quién es, qué hace y todo lo demás. Cuando la conocemos en persona, marcamos territorio dejando en claro: “este hombre es mío”. Pero, ¿será eso realmente necesario? Es mejor ser buena onda, piola y relajada. Recuerda que cuando hay rollos de más, es porque no has trabajado la confianza en tu pareja. Si él te ha dado motivos para dudar, acláralos cuanto antes.
Así de simple chicas: ¿para qué perder tiempo en pensar o imaginar cosas que no son?. Las mujeres "no brujas" son más atractivas para los hombres que quienes lo son. ¿No les parece?
Imagen CC Filippo Borselli