Las mujeres hemos cambiado a través de los años. La vida cada vez exige más de nosotras, dados los nuevos roles que hemos asumido. Nuestra participación en la sociedad es mayor que antaño y, por lo mismo, proyectos otrora prioritarios - como la maternidad - van quedando relegados al cumplimiento de otras metas: conocer el mundo, disfrutar la vida en pareja, completar estudios de postgrado, consolidarnos en la empresa o bien, adquirir la vivienda de nuestros sueños.
El problema es que son pocas las que consiguen esto previo a los 35 años y, aunque nuestra mente es lúcida y el espíritu está lleno de energía, lo cierto es que el cuerpo comienza a desgastarse. Es algo que no podemos evitar, por mucho empeño que en ello pongamos. La fertilidad disminuye con el tiempo y es algo que debemos tener presente, ya que diversos estudios han demostrado que un tercio de las mujeres de entre 35 y 39 años tiene problemas para concebir, cifra que aumenta a más de la mitad en las mayores de 40. Asimismo, el riesgo de sufrir abortos espontáneos también se incrementa, dadas las alteraciones cromosómicas presentes en hombres y mujeres que bordean la cuarta década.
Pero, ¿cuáles son las principales causas del descenso de la fertilidad en nuestro sexo? En Fucsia les contamos:
1. Menos óvulos y de peor calidad: Como antes les contábamos, independiente de que nuestra energía vital y sexual esté en 100, el cuerpo no responde del mismo modo. Nacemos con una determinada cantidad de células reproductivas y éstas se van deteriorando con el paso del tiempo, particularmente después de los 30. Factores que inciden en su pérdida de calidad son el consumo de tabaco e ingesta de alcohol. Si bien existe la opción de congelar ovocitos a una edad en que estos aún son abundantes y jóvenes, no hay garantías en el posterior éxito del procedimiento.
2. Irregularidades en la menstruación: Problemas e inconsistencia en la llegada del periodo son indicios de que algo no funciona en nuestro interior. Cuando hablamos de más de 4 meses de ausencia de regla, programar una visita al ginecólogo se vuelve imperativo. Las causas de este trastorno pueden ser variadas y debes evaluarte a la brevedad posible.
3. Endometriosis: Aunque es un problema que puede darse a cualquier edad, su incidencia aumenta en mujeres adultas. Es una de las razones más comunes de imposibilidad para concebir. Consiste en que el endometrio (membrana interna del útero) se desarrolla y crece de manera anormal, extendiéndose a ovarios y trompas de falopio.
4. Enfermedad inflamatoria pélvica: Ya que a una edad adulta hay una vida sexual más activa, las mujeres mayores están más expuestas a sufrir este trastorno provocado por infecciones (como la vaginosis o candidiasis, las cuales todas - sin excepción - somos propensas a padecer alguna vez) o bien, enfermedades de transmisión sexual, como la clamidia.
5. Fallo ovárico prematuro: Es una de las probables causas del punto 2. Consiste en un trastorno hormonal que implica deficiencia estrogénica en mujeres menores de 40. Sus síntomas son similares a los de la menopausia, con la diferencia de que se presentan en forma precoz y cuando aún existen folículos primordiales en los ovarios. Su prevalencia se asocia a problemas en la tiroides, diabetes o anorexia nerviosa y requiere de un tratamiento hormonal.
Así es que ¡ya saben, amigas! Si entre sus planes está el ser madres algún día, pero prefieren esperar, consulten con su ginecólogo de confianza. Chequeen que todo esté bien en su interior y si no hay más alternativas que posponer ese anhelo, tengan presentes que será difícil, pero no imposible. Próximamente les contaremos qué hacer para mejorar las posibilidades de embarazo tardío, a través de hábitos y alimentación saludable, así es que ¡estén atentas!
Y mientras tanto, cuéntennos: ¿qué razones las harían posponer la maternidad?
Imagen CC Hernan Piñera