Los celos son dolorosos. Muchas veces hacen actuar a la persona que los padece como si estuviera locamente obsesionada. Es por ello que en ocasiones opta por prohibirle a su pareja que frecuente a algunas personas, amigos incluidos. Me pasó.
Yo estaba en plena adolescencia y, como soy una mujer que es feliz estando en pareja, tenía un pololo. Con él duré casi 4 años, pero fue poco más del primero de éstos el único tiempo "sano" en la relación. Luego, comenzó a prohibirme vestir de ciertas maneras, hablar con algunas personas, hacer cosas como fumar o beber y lo peor, ver a casi todos mis amigos, especialmente los hombres.
Al principio, le obedecí: puse en una balanza lo bueno que era él conmigo, tan cariñoso y preocupado. En realidad, en ese entonces él tenía más cosas buenas que malas, por lo que sacrificar nuestro romance me pareció inaceptable. Hasta que me quedé sin amigos, al tiempo que descubrí que en realidad era lo peor.
Este post trata sobre esto: por qué es tan malo prohibirle a tu pareja que vea a sus amigos. Te contaré qué fue lo que me pasó: como no podía ver a mis amigos, sólo pasaba mi tiempo con él. Es entonces cuando se abusa de la relación, se exprime: estábamos todo el día juntos, casi obligados (después de un tiempo), y no significaba que la pasáramos bien o nos divirtiéramos, no. Más bien peleábamos cuando menos una vez al día.
Y aunque nos reconciliábamos en el mismo rato, este ciclo se torna agotador. Lo peor, es que luego no tenía a quien contarle. Todos estaban hartos con el tema de "mi noviecito" y en realidad nadie quería oír de mis problemas con él. Me quedé sola.
Esa fue mi rutina durante un buen tiempo: pelear y guardarme todo. Ni siquiera mis papás me impedían salir a carretear y eventualmente beber, pero él lo odiaba. Fue por el tema anterior que empezaron las mentiras. Y es verdad, si prohíbes a tu pareja ver a sus amigos, probablemente al principio te entienda y obedezca, pero luego lo hará a escondidas: después de todo, lo estarás ahogando.
Esta es la peor parte: ya que no me dejaba salir, lo hacía sin su consentimiento, ocultándoselo. Me acostumbré a mentirle y encontré un día en Internet a alguien con quien sí podía hablar. Chatear con este nuevo amigo era tan fácil como borrar la conversación y me servía para descargarme.
Y me comencé a entusiasmar con esta nueva aventura. Empezó como un simple "diario de vida" hasta involucrar sentimientos. No lo engañé físicamente (no soy así) mas mi atención, sentimientos y entusiasmo estaban dirigidos a esa persona. Pero como nadie puede cometer el crimen perfecto, mi pololo me pilló. Creo que fue un SMS (en ese entonces se usaban bastante). Ahí me obligó a borrar mi cuenta de MSN y cambiar mi número.
Menos mal que mi hermana se enteró de lo anterior y me ayudó a abrir los ojos: este tipo estaba loco de celos, por lo que debía terminar con él. Y así fue: terminamos una trágica tarde de verano, en la que me aseguró que se iba a quitar la vida y sería mi culpa, pero nunca lo hizo.
¿Que por qué no debes prohibirle a tu pareja ver a sus amigos?, porque al final te dejará. Todo ser humano necesita conocer gente, compartir experiencias, sentirse libre y rodearse de historias. Obligar a alguien a estar sólo contigo (y que seas su único amigo) es dejar al pajarito del amor encerrado en una jaula, sin comida ni agua, hasta que finalmente muera. Esa fue mi historia y nunca volví a verlo.
Imagen CC Melhem Rizk