Es indudable que las mujeres somos ¡estresadas nivel Omega!. Vivimos con veinte mil preocupaciones en la cabeza, incrustadas en el cerebro, acompañándonos noche y día. Tal estado de constante inquietud obviamente genera consecuencias, y una de ellas es el bruxismo. Esta patología consiste en frotar y rechinar los dientes sin un propósito funcional, produciendo el desgaste de las piezas, además de hiperactividad y tensión muscular en las zonas del cuello y nuca.
De acuerdo con el doctor Pablo Llorens, odontólogo de Clínica Turó, esta condición no sólo es nefasta para la salud de la dentadura, sino que además incide en nuestra rutina de muchas otras formas. Esto, porque se manifiesta con cansancio matinal, ansiedad, dolor facial, problemas cervicales, insomnio, mareos, dolores agudos y alucinaciones acústicas. Dada esta particular sintomatología, el paciente usualmente desconoce que sus molestias obedecen al bruxismo, convirtiéndose así en un enemigo silencioso.
El problema no es menor, dado que estudios nos advierten de un marcado incremento de esta afección entre jóvenes de 15 a 25 años, manteniéndose constante hasta los 35. Y una mala noticia para nosotras, chicas: somos las más propensas a padecerlo.
Pero, ¿qué hacer para tratar esta molestia?. El doctor Llorens nos explica que entre los tratamientos más efectivos para el bruxismo se cuentan los planos de relajación (resina mandibular), el tens (aparato electrónico), las carillas dentales (para mejorar el daño estético) y el masaje craneosacral, que relaja y devuelve la musculatura a su estado armónico. Para una recuperación eficaz, éstos deben acompañarse por una psicoterapia enfocada en la eliminación de hábitos tales como la ingesta de bebidas con cafeína, la actividad física próxima al sueño, ver TV en las noches o estar demasiado pendientes del celular.
Y tú, ¿has experimentado los síntomas? ¿Ya descartaste que se trate de bruxismo?
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