Las tareas del hogar, si los resultados no son lo que esperamos, pueden transformarse en una verdadera lata: el refrigerador expide olores poco apetitosos si no le damos un cuidado apropiado; las flores frescas no duran lo que quisiéramos y lavar ese hermoso chaleco nos causa ¡pavor!, con sólo pensar que las “motitas” arruinen su bella apariencia. Pero ¡no se preocupen!, ya que en la misma cocina encontraremos soluciones caseras a estos males. Tomen nota, apliquen y hagan los quehaceres domésticos ¡mucho más fáciles!
1. El problema del sweater con motitas: Para evitar que este dilema estropee esos bellos outfits, debes tomar las prendas recién compradas y ponerlas en el freezer durante dos días, resguardadas dentro de una bolsa plástica. Este secreto impedirá que sufran los efectos indeseables del lavado y se mantengan como nuevas por más tiempo.
2. Hedor en el refri: Es común que los alimentos, aún cuando estén refrigerados, expidan un aroma que no necesariamente es de rosas. Y al mezclarse con otros olores, el resultado no será todo lo “apetitoso” que quisiéramos. Para resolver este problema hay varias soluciones y bastante sencillas. Introduce en el artefacto - conforme a tus preferencias aromáticas - un platillo con pan duro o bicarbonato (olor neutro); o si prefieres, una cucharadita de café, medio limón (si quieres un toque cítrico) o carbón vegetal. También puedes dejar destapada una botella de agua mineral sin gas. Con este sencillo paso, ¡los aromas indeseables serán cosa del pasado!
3. Flores duraderas: Si tu pololo te obsequió una hermosa docena de rosas con objeto de su aniversario, la idea es que duren. Cuando las pongas en agua, añade en el líquido una cucharadita de sal, otra de azúcar y dos o tres gotas de cloro. También puedes utilizar agua gasificada. ¡Te asombrará lo mucho que duran! Y ojo, antes de que se sequen, asegúrate de guardar los más bellos pétalos entre las hojas de un libro.
4. Malos olores en el baño: El baño es uno de los lugares con que mayor cuidado debemos tener, ya que es fácil que algún aroma desagradable lo impregne y el desodorante no haga más que enmascararlo. Para evitar que esto suceda, asegúrate de quemar un fósforo en su totalidad, pues el humo ayudará a que los olores se eliminen. Luego, rocía tu aromatizante habitual (o uno natural, siguiendo las recetas de este link); ¡verás cómo su exquisita fragancia tomará realce!
Y bien, ¿lista para disfrutar mucho más de tu hogar?
Imagen CC NancyHugoCKD.com