Confieso que soy tremendamente insegura, tanto que analizo demasiado las cosas y le pregunto a todos su opinión antes de ser capaz de tomar alguna opción. Me angustio y me da una ansiedad tremenda tener que tomar grandes decisiones. Por suerte, con los años he aprendido a controlarlo, siendo firme en mis opiniones, aprendiendo a decir que no cuando no quiero hacer algo y tratando de pensar lo menos posible en las cosas que me complican, pero no es tarea fácil. Igual hay veces en que me quedo pensando sí lo que hice está bien o no.
Por lo que he visto, hay dos grandes motivos por los que la gente se vuelve insegura: tenemos miedo a decidir mal y a la opinión del resto sobre lo que hacemos. La segunda se supera con madurez y al darte de cuenta que la única aprobación que interesa es de la gente que te quiere y ellos respetarán lo que decidas. La otra inseguridad es un poco más difícil de superar (aún trabajo en eso) y se logra teniendo confianza en ti misma.
Si confías en ti y lo que decides, no tienes por qué sentirte insegura. No es fácil y llevo años intentándolo, pero mientras más resuelta seas, menos ataques de ansiedad tendrás. Llegó la hora de querernos y confiar ciegamente en nosotras, ya que si no comenzamos por eso, nadie más tendría por qué creer que somos capaces.
Imagen CC Maxwell GS