El macho: fuerte, masculino, imponente, ser pensante que huye del cautiverio y la esclavitud del matrimonio. Pero no todos son iguales; ya que también existe el hombre que no quiere tanta libertad.
Aunque en ciertos aspectos nos parezcamos, lo cierto es que mujeres y hombres somos muy distintos, en lo físico y emocional. Por ello, no es de sorprender que encontremos un espécimen especial en tan amplia variedad. La época actual se caracteriza por un prototipo masculino diferente del "macho dominante" de antaño: hoy nuestros hombres se arreglan, escogen ropa a la moda y han demostrado tener sensibilidad así en temas domésticos como en cosas del corazón. Por eso, ya no temen confesar que no quieren estar solos. No es que les guste estar prisioneros, pero son más felices cuando les mostramos preocupación.
El hombre más cercano en mi vida emprendió un nuevo desafío, el cual demanda mucho tiempo, incluso cuando está en casa. Con el afán de facilitarle la vida, implementé mi propio plan de contingencia, ingeniándomelas para no pedirle ayuda y tener otras actividades cuando él no está. Puse todo mi esfuerzo en no llamarlo, a fin de evitarle distracciones y que todo saliera bien. Pasados los días, me reclamó que ya no lo considerara; que no le enviara mensajes, ni le dedicara cosas románticas.
Históricamente nos han aconsejado dar espacio al hombre, —y sin duda es algo que agradecen—, pero debemos tener ojo en que esta libertad no se transforme en descuido. Si bien podemos respetar su tiempo - a fin de que desarrollen sus actividades tranquilos -, hay que cuidar que el costo no sea excluirlos de la cotidianidad. Porque nos extrañan. Nos echan de menos tanto como nosotras a ellos. No quieren sentirse solteros, sino estar con nosotras y seguir haciendo cosas en pareja.
Es muy posible que esto no les pase a todos, pero es fundamental que si él requiere de más tiempo personal, sea un proceso que ambos manejen. Él nunca me lo pidió, y yo, pensando que era lo mejor, me equivoqué. Un hombre feliz desea vivir con una sus momentos y se siente libre incluso al estar juntos. No todos anhelan esa libertad ilimitada.
Tu hombre puede florecer con o sin ti, pero si lo contigo, seguro será más feliz. (Y tú también)
Imagen CC José Carlos Pérez Valdez