¡Seguro has escuchado hablar de las generaciones X, Y, Z! Bueno, para nadie es un misterio que los sociólogos aman clasificarnos y ¡qué entrete!, porque es cierto que entre contemporáneos compartimos ciertas características, debido a las circunstancias que rodearon nuestro desarrollo, además del contexto cultural en que estuvimos insertos. Lo que quizás no sabes es a cuál de estas “letras” perteneces o si sus atributos te identifican. Pero eso no es problema, pues en Fucsia te contamos:
1. Generación X: Por definición, corresponde a los nacidos entre los años 1971 y 1985. Se caracteriza por haberse criado en familias monoparentales (usualmente matriarcales) o en las que ambos padres trabajan. Vivió sucesos históricos tan importantes como la caída del muro de Berlín o la proliferación del SIDA. A diferencia de sus predecesores, esta generación no aspira a desarrollar una larga carrera en la misma empresa, sino que va cambiándose a través de los años, procurando satisfacer sus expectativas de balance entre la vida personal y laboral. Prefiere evitar las largas reuniones y cultivar una relación más directa e informal con la autoridad.
La generación X creció con la amenaza constante del divorcio y / o relaciones fallidas, por lo cual asume la separación como un riesgo latente. Ha vivido numerosos cambios tecnológicos, pero supo adaptarse a las nuevas plataformas. Tiende a abandonar el hogar paterno de manera más tardía, producto de que gasta mucho tiempo en perfeccionarse, enfrenta mayor competencia y percibe remuneraciones más bajas. Algunos expertos se refieren a ésta como “la generación coleccionista de títulos”; no obstante, su calificación no se refleja en sus ingresos. Considera el éxito (personal y profesional) como la meta de su vida.
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2. Generación Y: Corresponde a los nacidos entre 1985 y 1996. Experimentó en carne propia los vertiginosos cambios tecnológicos y económicos, disfrutando de muchas más comodidades que sus predecesores (X). Vivió el auge de Internet; creció jugando videojuegos e interactuando con PC’s y móviles. Conoce el valor del trabajo duro, pues fue testigo de los sacrificios en que incurrieron sus padres para proveerle ciertos lujos.
La generación Y, al igual que la X, aspira a una solvencia económica que le resulta un tanto esquiva, producto de la encarnizada competencia a que debe enfrentarse en el ámbito profesional. Tiene aún menos apego que sus predecesores por la estabilidad laboral, cambiando su puesto de trabajo según gusto y conveniencia. Prefiere las labores “freelance” o de media jornada, de manera de compatibilizar actividades o disponer de tiempo para sí. No duda en invertir en tecnología, pues la considera imprescindible para el desarrollo. En el amor, también asume que las relaciones “no son eternas”, por lo que prioriza su bienestar e independencia.
Este grupo también se caracteriza por tener un enfoque más abierto a temas polémicos, respecto de los cuales se define “open mind” y con disposición a generar cambios. Le preocupan las decisiones políticas, por lo cual tiene una participación cívica mucho mayor que sus predecesores. Se toma la vida con tiempo, por lo que no trepida en retrasar el matrimonio o la paternidad en pos de darse ciertos gustos y alcanzar la realización personal.
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3. Generación Z: Engloba a los nacidos entre 1996 y principios de la década de 2000, por lo que actualmente se compone de adolescentes y niños. Es un grupo social que ya marca cambios y se distingue de sus predecesores, puesto que llegaron al mundo en plena era digital. No conciben una sociedad que no esté hiperconectada y se desenvuelven de manera magistral en la web 2.0. No sólo están familiarizados con el uso de computadores y teléfonos inteligentes, sino también con redes sociales como Facebook, Twitter o Tumblr, por lo que son también llamados “nativos digitales”. La privacidad no es tema para ellos; sienten que sus vidas están expuestas desde el mismo nacimiento, lo que les lleva a publicar cada pensamiento por las vías antes especificadas y no tienen mayor filtro.
Esta generación también se caracteriza por no disponer de grandes habilidades sociales. Se relaciona de mejor forma a través de las diversas plataformas que le provee Internet. Así, es capaz de jugar o hacer trabajos de modo colaborativo con extraños de los más diversos lugares del mundo, pero se cohíbe al saludar a su compañero de banco. Es muy impaciente e intolerante a la frustración, dado a que espera resultados inmediatos.
A diferencia de sus predecesores (X e Y), los Z no muestran mayor interés por el desarrollo profesional, por lo que seguir estudios formales - en la disciplina que sea - no está dentro de sus prioridades. Privilegian la inteligencia innata para resolver problemas, confiando en que esta herramienta les permitirá abrirse camino en la vida. Sus razonamientos son completamente modernos, puesto que en su crecimiento integraron la diversidad sexual y de pensamiento, por lo que tienen una opinión muy clara e informada sobre el tema que se les proponga.
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Y tú, ¿a qué generación perteneces? ¿Te identificas con las descripciones? Recuerda que siempre existen “excepciones” transversales a toda clasificación digital, pero esta guía sirve para comprender cómo nos ven los investigadores. ¿Concuerdas con sus conclusiones?
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