Él sale cuando quiere y con quién quiere: tú, lo "dejas ser" y no le pones trabas, confías en tu amado. Tampoco le revisas el celular, ni las redes sociales; todos los días lo llamas -y no para "paquearlo"- sino que para desearle un buen día y recordarle cuánto lo amas. Eres extrovertida y audaz sexualmente, cumples sus fantasías y no tienes prejuicios. Intentas siempre ser "la mejor polola". Pero él es un frío de mierda.
"¡Supiera él cómo son algunas mujeres!" es la reflexión de muchas que lograron escapar de las garras de los celos y la cotidianidad. Es que lo único que este tipo de polola pide a cambio es cariño, detalle, gusto... tacto. En vez de un "¡hola!", un "¡hola, mi amor!"; en vez de pillar el cajón de mensajes de Facebook vacío, hallar alguna frase de amor o un gesto de preocupación. Pero esperar a que él demuestre cariño o interés es una tarea agobiante.
Se supone que somos nosotras las complicadas, que resulta insólito no saber qué quieren ellos. Es ahí cuando entras en tu rol de detective y comienzas a cuestionarle sobre sus sentimientos, qué piensa y qué quiere. La respuesta es abrumadora: te dice que eres cuática o exagerada y que él, en realidad, sí te demuestra toda esa atención que exiges.
Puede que así sea, que efectivamente él demuestre cariño, pero sabes perfectamente que no eres cualquier mujer y no es suficiente. Estás consciente de tu esfuerzo diario por colaborar con un granito de arena en tu relación. Es por eso que te aconsejo hacer lo siguiente:
1. Coméntale de tu esfuerzo y enséñale
No se trata de ser egocéntrica ni auto-referente, pero hazle a notar todo lo que tú haces y lo mucho que significan para ti la comunicación y el cariño. Si no entiende con palabras, adiéstralo: haz cosas muy notorias para que él las repita.
2. Demuéstrale tu ausencia
Si no funciona el punto anterior, hay que tomar acciones más drásticas: no seas tan preocupada y aléjate un poco. Deja un espacio en el corazón y el buzón de correo de tu pololo: "descuida" la relación para hacer que reaccione. ¡Que note tu ausencia!.
3. Termina
Puede que lo ames y que duela: pero si sabes que no te mereces a alguien frío - aunque nunca te haya engañado, mentido ni otra de las típicas razones para poner fin a una relación - termina con él. El hecho de que te estés sintiendo mal te perjudica en todos tus aspectos. Si no "atina" ni responde, no es para ti y no tienes por qué sufrir gratuitamente por alguien.
Recuerda que para los hombres es muy fácil calificarnos como "cuáticas" y exageradas, pero cuando -de corazón- sabes que no es así, no te eches a llorar ni intentes cambiarlo con millones de esfuerzos. Da un paso al costado; ya encontrarás a alguien que valore tu cariño y si tarda, recuerda siempre que regalonearte a ti misma es el amor más completo que jamás encontrarás. He dicho.
Imagen CC Ben Kerckx