¡La primera vez! No "esa" primera vez, sino la que tienes con un pinche nuevo, pareja o como quieras llamar al susodicho. Y aquí no me referiré a esas en que ¡OMG! hubo conexión inmediata (tanto así, que él conocía mejor tu cuerpo mejor que tú). Tampoco hablaré de esa primera vez donde viste fuegos artificiales y te sacaste el sombrero por tan notable presentación. Esa la dejaré para después.
Esta vez hablaré de esos personajes que matan el momento, porque no saben dónde se encesta, se apuran mucho, son puro bla bla y poca acción.... Es decir, las primeras veces más incómodas que pueden ocurrir y que después de ese momento es mejor reír.
Agradezco a todas las amiguitas que compartieron su historia, para permitirme escribir harta tontera junta:
He aquí algunas que recolecté.
1. El mudo. Excelente personaje para conversar, encantador, canchero, ¡pintaba para bueno! hasta que llegó el momento de pasión y hasta ahí no más duró su encanto. Entre su cara de nada y su silencio, no sabías si en su mente estaba enlistando los quehaceres del día siguiente, si en un movimiento se mordió la lengua o qué... Cero feedback y poco placer.
2. El que se cree winner 1. Llega con esa actitud de "te voy a dejar loca", "no vas a poder sentarte al otro día" y harta barbaridad junta... Pero a la hora de demostrarlo.... ¡Paff! la cama se mueve más cuando se hace aseo, pueh. ¡No le achunta nunca y con menos ritmo que Vodanovic!
3. El que se cree winner 2. Llega con actitud de que tiene todo bajo control, de que es Fabio Lanzoni, que maneja el Kamasutra y ¡paff! No funciona con nada. Es probable que entre la CUT y los estudiantes hagan más paros que los de esa cama. Y típico que dice: "primera vez que me pasa".... ¡Yiaaaaa!
4. El turbio. Éste quiere hacer muchas cosas raras a la primera y más que entusiasmarte te dan ganas de salir corriendo. Con tanta pregunta de tortura no se sabe si es Jack el destripador o qué. Sí, está bien ser traviesos, pero ¡dejemos algo para las otras citas, pueh!
5. El hablador. A este personaje se le ocurre generar conversación ¡en plena! ¡Habla más que comentarista deportivo! Va contando todo lo que pasa, por lo que espanta cualquier señal de orgasmo. Sí, está bien que haga un que otro comentario, ¡pero no hay que bombardear con tanto bla bla!.
6. El conejo. Éste es mega flash: es pah, pah, pah y se cae al lado tal como conejo. Ni nos dimos cuenta en qué momento pasó por ahí, porque fue como estrella fugaz. ¡Lo malo es que ni para deseo alcanzó!
7. El baboso. Éste se pone pasional. Le da con el beso con harta baba y lengua, y no es de ese languetazo placentero, sino del que al final queremos una toalla, porque hay más baba que sudor.
8. El desconsiderado. Éste está ni ahí con lo que tú quieres; sólo le importa el placer propio y tú pasas a ser un accesorio. No está en sus planes que llegues al Olimpo; eso no es parte del objetivo. ¡Más fome que día lunes!.
9. El con malas intenciones. Éste no invita ni la piscola y ya se desvía del camino. Dale con la puerta número 2, concentrado como caballo de carrera en el otro lado. Pero ahí una, firme como torera, le dice oleeee, oleeee. ¡Si para eso hay que tener un poquito de confianza, digo yo!
Y para terminar, voy a agregar un momento bonus track. El ruido misterioso, ese que inconscientemente tenemos que justificar porque suena graciosamente y ¡es tan incómodo! Todo porque bombean mucho, como globo de helio, ¡ni que fueran bombín! Mejor tomarlo con humor y seguir disfrutando!
Colaboración enviada por: Honey
Imagen CC Javcon117*