Cuando nos damos cuenta que fuimos víctima de una mentira, nuestro corazón se cae literalmente a pedazos. No existe situación más decepcionante que saber que te han engañado, que fuiste una ingenua y traicionaron tu confianza de tal forma que ya no puedes volver a creer.
Es todo un dilema decidir entre perdonar y continuar o poner fin a una relación. Cuando optamos por la primera, debemos que tener en cuenta que es todo un proceso y una etapa de aprendizaje que se avecina. Al resolver dar una segunda oportunidad, hay que saber también ser capaz de olvidar el error cometido y estar dispuesta a hacer borrón y cuenta nueva.
Para ello, cuando yo decidí perdonar una infidelidad y retomar la relación, tenía claro que mi principal enemiga sería la memoria. Sabía que para continuar cultivando momentos felices, tendría que hacer esfuerzos para volver a confiar en él. ¡Y créanme, no es cosa fácil! Porque las mujeres somos expertas en recordar todo y echarlo en cara a la primera oportunidad.
Pese a ello, debo admitir que sí, se puede volver a ganar la confianza de alguien. Es todo un trabajo decir: lo que pasó quedó atrás y desde hoy comienzo un nuevo camino. Debe ser un perdón sincero y lleno de amor, capaz de volver a creer sin dudar en ni un instante. Para fortalecer esto, es importante hacer saber a tu pareja que crees en él, que si bien cometió un error, sabes que no lo volverá a hacer. La idea es plantar en nuestro cerebro que la traición quedó en el pasado y que en este momento estamos plantando una nueva flor.
En mi caso, lo que hicimos con mi pololo fue volver a empezar de cero. Es decir, regresar a la etapa de la conquista constante, de compartir y pasar mucho tiempo juntos, llenando nuestra memoria emotiva de sonrisas. En cada situación que podía, le daba a entender que creía en él, que para mí sus palabras eran sinceras y que estaba orgullosa de haber sido capaces de superar una etapa tan dolorosa.
Finalmente, ese fue un capítulo triste, pero el libro estaba lleno de bellas narraciones que marcaron nuestra historia. Yo pude recobrar la confianza en mi pareja y nunca más sacarle en cara el engaño. Después de ese episodio negro nuestra relación siguió por años, y - aunque no fuimos el uno para el otro - llevo hasta el día de hoy, los mejores recuerdos de una importante etapa en mi vida...
El perdón viene del corazón ¡No lo olvides!
Imagen CC Hernán Piñera