¿Tienes problemas a la hora de intimar? ¿Un intenso dolor - como de quemadura o herida abierta - te impide entregarte al placer del amor? Tranquila, es un problema bastante más común de lo que podríamos imaginar. Tanto así, que es usual que quienes lo experimentan lo confundan con hongos vaginales, yendo para ello al ginecólogo y recibiendo un tratamiento que no es el adecuado y por ende, no termina con su dolencia. No, porque este problema bien podría no ser candidiasis, sino vulvodinia.
La vulvodinia como tal es muy poco conocida en nuestro país, pese a ser bastante frecuente. De acuerdo a la doctora Odette Freundlich, directora del Centro Mi Intimidad, esta patología produce ardor, sensación de quemazón y un intenso dolor en la vulva y vestíbulo, al punto que las afectadas prefieren la abstinencia sexual antes que experimentar sus incómodos síntomas. Lo malo es que se trata de una molestia crónica, pudiendo ser general o localizada.
Las causas de esta dolencia no son muy claras; sin embargo, se ha determinado que las mujeres que lo padecen suelen tener mayores receptores de dolor en el área vulvar, además de factores inflamatorios, irritativos y de alergias frecuentes. Es un problema cuyo alcance afecta a varias áreas de nuestra vida, tales como la sexual, psicológica y orgánica, factores por los que su tratamiento exige un equipo multidisciplinario, que incluya:
1. Ginecólogo. Debe tratarse de un experto en la materia, quien diagnostique la patología y prescriba la medicación adecuada.
2. Kinesióloga. La ayuda debe provenir de una especialista en suelo pelviano y sexualidad, a fin de trabajar en distintas técnicas para relajar la musculatura vaginal, reiniciando la vida íntima sin dolor.
3. Sexólogo. Este profesional ayudará a controlar la angustia a través de distintas técnicas, que mejorarán el aspecto psicosexual.
Además de lo anterior, las afectadas deberán tomar medidas específicas de cuidado higiénico, evitando el uso de jabones y prefiriendo calzones de algodón, junto con toallitas hipoalergénicas para el periodo. Una dieta adecuada también contribuirá a disminuir el dolor, al suprimir el consumo de alimentos ricos en oxalatos, que acidifican la orina y producen aún más irritación.
Si sospechas padecer esta patología, consulta cuanto antes y ¡no sigas sufriendo!. Busca un equipo experto - en el Centro Mi Intimidad pueden ayudarte - y ponte manos a la obra. Recuerda que es un problema que SÍ tiene solución y buscarla mejorará tu calidad de vida.
¿Qué esperas para volver a disfrutar de una sexualidad sana y placentera?
Imagen CC Silvia Sala