Caras vemos, corazones no sabemos.
No sé ustedes, pero al menos yo tiendo a ser desconfiada: no me calza demasiado cuando una persona es demasiado dulce o polite. Entiendo que hay personas que sí son bien intencionadas, pero creo que cuesta mucho detectarlas, sobre todo teniendo en cuenta que no logras esto en una semana. Por lo mismo, no tengo mucha soltura con quienes llegan a un sitio intentando ser "amiguis" de todos. Cuando he sido confiada con alguien - o he entregado más de lo normal - ha sido un fiasco. Claro que en la última mala experiencia, el error fue un 96% culpa mía; por eso prefiero darme el tiempo para tener una opinión más certera.
Me ha pasado que conozco gente hace muy poco y , con una amplia simpatía para tratar con el mundo, terminan inmiscuyéndose en lo que no deben. Eso no es agradable y tampoco cae bien. Lo veo como algo forzado. Conozco a una niña que incluso lo que habla es para congeniar con el resto, independiente de que lo que diga no vaya con sus creencias.
No me tomen como amargada, si no precavida. A veces la gente se acerca a una con segundas intenciones, que nada tienen que ver con formar lazos de amistad.
Sólo digo que hay que tener los ojos abiertos y no entregar mucha información en primera instancia. Por algo la amistad se consolida con el tiempo: son los actos los que nos ayudan a detectar verdades y mentiras.
Y tú, ¿estableces amistades con demasiada rapidez?
Imagen CC Amanda Tipton