Sabemos cuánto cuesta encontrar al indicado e iniciar una relación con perspectivas de éxito. Al comienzo, iniciamos la búsqueda de manera entusiasta, pero los porrazos en el camino nos llevan directo a la “filofobia”. ¡Nos aterra que nos vuelvan a romper el corazón y lo custodiamos bajo siete llaves!. Pero tranquilas, no todo está perdido.
Lo que falló no fue ni el sentimiento ni nosotras; fue la elección. Descartando a los pelmazos “loser” que sólo conquistan mujeres para demostrarse a sí mismos que tienen alguna valía (fortaleciendo así su alicaída autoestima), quizás la persona que te acompañó por algún tiempo no era la adecuada para ti. Suena cliché, pero es así. Por eso, en las siguientes líneas te contaremos cómo elegir pareja conforme a tu carácter, considerando los tips de la reputada antropóloga Helen Fisher.
Para empezar, deberás conocer cuál es tu personalidad. Por eso, lee atentamente las clasificaciones formuladas por la especialista y escoge aquella que mejor te identifica:
1. Personalidad exploradora: Ama el riesgo y busca constantemente experimentar nuevas emociones. Rehuye los compromisos de toda índole, valorando su libertad por sobre todo. Son personas espontáneas, que desbordan alegría y “chispa”. Suelen ser más optimistas que el promedio, hablan ¡hasta por los codos! y buscan ser “el alma” de su entorno.
2. Personalidad constructora: Tradicionalistas y conservadores, se rigen por valores como la lealtad, el respeto y la seguridad. Se sienten cómodos en la rutina, pues les desespera aquello que rompa sus esquemas. La familia es esencial en sus vidas, ya que son muy apegados a sus afectos. Son tranquilos, estructurados y están enfocados en “construir” su proyecto de vida.
3. Personalidad negociadora: Son personas muy intuitivas, sensibles y observadoras. Están atentos a cada cosa a su alrededor, aún cuando permanezcan en silencio. Suelen ser tan analíticos, que comprenden las situaciones de que son testigo incluso mejor que quienes las experimentan. Soñadores e imaginativos, buscan a quien los escuche y haga sentir comprendidos.
4. Personalidad directiva: Utilizan la lógica y objetividad en todas sus acciones. Seguros de sí mismos, perfeccionistas, prácticos y autoritarios, son sinceros y no tiene filtro a la hora de expresar lo que piensan. Exigentes y selectivos, suelen ser analíticos y observadores, aún cuando poseen un pensamiento concreto y racional.
Ahora, las mezclas. Si se trata de formar pareja, las personalidades exploradoras se llevarán ¡de maravilla!, pues nada mejor que quien esté en su misma sintonía para comprender sus ires y venires. De esta manera, tendrán a un compañero que respete sus espacios, sin jamás hacerlos sentir invadidos, pues también buscará cautelar su libertad. Mientras, las personalidades constructoras también congeniarán, ya que ambos estarán orientados hacia un mismo objetivo: construir su proyecto de familia.
La personalidad directiva, en tanto, será el perfecto cable a tierra para el sensible negociador, mientras que éste aportará en la vida de los directivos el optimismo, la fantasía y la ilusión. En buenas cuentas, ¡el complemento perfecto!
¿Con qué personalidad te identificas?, cualquiera que esta sea, ¡ya sabes cómo buscar al amor de tu vida!