Manipular: fea palabra y aún más cuestionable acción, en la que sin embargo - conscientemente o “sin querer queriendo” - todas hemos caído. Dicen por ahí que somos las reinas de tal práctica y para ello echamos mano a diversas herramientas: llanto, chantaje emocional y un largo etcétera. Sin embargo, no sólo somos culpables, también hemos sido víctimas (¡ojo!: no sólo de hombres, familiares o amigas, sino también de políticos, medios de comunicación y un largo etcétera)
Pero una voz autorizada para referirse a un tema tan espinoso como éste es, sin duda, Noam Chomsky. Fue el inspirador del modelo conocido como PNL (o Programación Neurolingüística), al menos en lo que a estructura del lenguaje se refiere. Este verdadero ¡maestro! en develar las estrategias de manipulación, se refirió a algunas de las formas más comunes en que esta práctica se ejecuta. ¡Y el coach Óscar Cáceres nos las presenta!. Léelas con atención y descubre si las has aplicado o estás siendo objeto de ellas sin darte cuenta:
1. Estrategia de la distracción: ¿Recuerdas el año 2012, cuando en cada matinal o programa misceláneo se hablaba del fin del mundo anunciado por los mayas? Pues te tengo noticias: estabas siendo víctima de manipulación por medio de esta técnica. Consiste en distraer la atención de las personas hacia temáticas irrelevantes, sin tiempo para pensar en lo que acontece. ¡Y atenta hoy, que estamos en plena Copa América!
2. Dirigirse al otro como si fuera pequeño: Se trata a la víctima como a una criatura inmadura e infantil, que no tiene raciocinio. El manipulador hará las veces de adulto, ofreciendo la estabilidad de que el otro supuestamente carece. Lo más probable es que la respuesta del objeto de esta estrategia sea una reacción pueril, entregada a los afanes del malintencionado. Si esta conducta persiste, este efecto de “adormecimiento” en la víctima se prolonga.
3. Extorsión emocional: Aquí el manipulador se presenta como un ser indefenso, desolado y víctima de las circunstancias. Despierta en la víctima un gran deseo de protección, además de sentimientos de compasión, misericordia y perdón, soslayando otros asuntos de mayor relevancia. Es una técnica muy efectiva, que suele aderezarse con quejas constantes y lágrimas.
4. Mantener al otro en la ignorancia, fomentando la mediocridad: Consiste en negar el acceso a información o a una capacitación adecuada, a fin de mantener a la víctima bajo control. También se presenta en circunstancias en que se impide el desarrollo personal (es decir, el abandono del hogar paterno o la independencia económica), para así crear con el manipulador una relación de dependencia.
5. Confundir con el uso del lenguaje: Ésta es quizás la técnica más poderosa para ejercer el control sobre los demás. La vemos en frases tan cotidianas como: “confío en ti; no me defraudes” o los clásicos “tú nunca”, “tú siempre”, “haz lo que quieras”, “tú sabrás” y “yo que siempre tengo tiempo para ti”. Y ¡los políticos dictan cátedra en lo que a ejemplos respecta!: “la inmensa mayoría”, “el país es testigo”, “que las instituciones funcionen”, “el mercado es cruel”, “la gente sabe lo que pienso”, son sólo un botón de muestra entre un amplio espectro.
Recuerda que la “manipulación” es definida por la RAE como “controlar sutilmente a una persona, grupo o sociedad, impidiendo que sus opiniones y actuaciones se desarrollen natural y libremente”. Feo, ¿verdad?. Por eso, ¡evita recurrir a ella o caer en sus garras!