Cuando una está sola, ver un poco de TV en la noche - antes de dormir - es todo un panorama. Incluso, es un placer culpable, sobre todo cuando disfrutamos de esos realities que nos avergüenza mencionar, porque cada 5 minutos nos matan una neurona.
Todo esto cambia cuando estamos en pareja, ya que ambos queremos ver cosas distintas. Los gustos raramente coinciden y lo cierto es que pasamos toda la noche haciendo zapping. Para peor, uno de los dos se duerme enfadado o no descansa lo suficiente, porque la luz del televisor le es molesta.
Para este tipo de problemas, les tengo una solución: sacar la TV de la pieza. Al principio será un poco raro, pero con el tiempo verás la cantidad de beneficios que otorga, como conversar, resolver problemas o simplemente disfrutar de la mutua compañía.
Esta simple acción puede lograr que conectes mejor con tu pareja, al tener espacio para conversar, regalonear y ponerse al día con las tareas.
La vida diaria está sobrecargada de estrés, por eso el dormitorio tiene que ser un espacio sagrado, para volver a amarse y compartir tiempo de calidad. Lo mejor de todo es volvera descubrir lo rico que se siente dormir abrazados.¿Te atreves a intentarlo?