Reconozcamos que el invierno no es la época predilecta de las novias. Lo noté cuando hace un tiempo trabajé en el rubro de bodas y el tiempo frío era considerado nuestra “temporada baja”. Es comprensible, si se tienen en cuenta las bajas temperaturas y que la lluvia es una amenaza para cualquier tipo de fiesta. En época estival es posible lucir el diseño que nos plazca y el peinado que mejor nos acomode sin correr el riesgo de que el clima modifique nuestra apariencia. Sin embargo, convengamos en que el verano - dada la alta demanda por bodas - tampoco es una fecha demasiado amigable.
Lo cierto es que el invierno está muy sub-valorado. Sí, porque con una adecuada organización y un recinto acondicionado para cualquier inclemencia climática, celebrar una boda en esta época puede resultar ¡realmente mágico!. Además, contaríamos con grandes ventajas, como la disponibilidad de fechas y servicios a precios convenientes. Así lo precisa Vilma Granifo, jefa de ventas de Espacio Riesco, quien nos entregó 5 convincentes razones por las que casarte en esta temporada podría ser ¡tu mejor decisión!:
1. Economía: Como ya adelantamos, el hecho de ser innovadora e ir “contra la corriente” sólo puede traer beneficios, siendo el más evidente el que afecta al bolsillo. Las temporadas bajas son ¡mega convenientes!, por lo que puedes ahorrar bastante en lo que respecta a servicios nupciales. Lo mejor es que todos esos pesos extra podrás utilizarlos luego en otros ítems, como una luna de miel inolvidable o el pie para tu hogar. ¿Qué más genial?
2. Innovación: La época boreal brinda posibilidades infinitas en lo que respecta a decoración, a través de la utilización de velas o colores más llamativos. Puedes marcar tendencias con ideas novedosas en cuanto a espacios y utilizar las hojas secas - por ejemplo - para inmortalizar recuerdos ¡mágicos!.
3. Espacios: Uno de los principales mitos que nos disuaden de celebrar matrimonios en invierno tiene que ver con el centro de eventos y el espacio asignado al evento, dado que nuestros invitados podrían padecer las inclemencias del frío. Pero ¡no pierdas de vista que hay sitios climatizados donde todos olvidarán en qué época se encuentran!.
4. Pensando en ellos: Otro de los argumentos por los cuales insistimos en que el verano es la mejor fecha para casarnos, es el tema del vestido. Sin embargo, ¿pensamos realmente en nuestros novios? ¡Imagina cómo se sienten en aquellos trajes oscuros y elegantes mientras el sol y el termómetro les dan de latigazos!. Las novias podemos jugar con muchas opciones, como tapados, vestidos de manga larga o boleros. Ellos no tienen esa suerte. Una boda invernal les hará más satisfactoria la experiencia. Y ¡créanme!: lo agradecerán.
5. Banquetería: En invierno, las opciones en cuanto a delicias para degustar también es más amplia. Puedes elegir distintos sabores y texturas que, con el clima frío, se agradecerán. Basta con que escojas un lugar ¡especialista! en este tipo de eventos, que cuente con un servicio de primera, además de excelentes materias primas, presentación y preparación. ¡Amarás las alternativas culinarias que te brinda la temporada!
Como ves, sobran razones para atreverse y hacer del momento más feliz de tu vida una jornada ¡memorable! ¿Te animas a romper los esquemas?