Si estás embarazada, seguro has recibido un constante bombardeo de información sobre cosas que debes evitar ¡a toda costa!. Los argumentos son convincentes y, como buena futura mamá - sobre todo si eres primeriza - seguro googleaste respecto a esos temas, pero la diversidad de información disponible en la red tampoco dilucidó tus dudas. Por eso, en estas líneas te ayudaremos a desmitificar ciertas “leyendas” en torno a este periodo (o comprobar qué tan ciertas son):
1. La forma de tu barriga predice el sexo de tu bebé: Recuerdo que, cuando esperaba a mi hijo, un señor muy amable me detuvo en la calle para decirme que - por la forma de mi panza - podría ser mujercita. ¡Se equivocó medio a medio! Y es que no hay diferencias entre las barriguitas de niño o niña. La creencia popular dice que si tu abdomen es puntiagudo y redondo, será un varón; mientras que si es grande y sin forma, será de nuestro género. Pero lo cierto es que la forma y altura de la panza las determinan el tono muscular y uterino de la madre. Por lo mismo, machos recios salen de barrigas gigantes y delicadas princesitas, de vientres puntiagudos.
2. Debes evitar bañarte: ¡Otro mito gigante! No hay cosa más placentera para una gestante que tomar un rico baño de tina. En este periodo también la higiene adquiere especial relevancia, ya que contribuye a evitar la aparición de hongos u otras enfermedades. Recordemos que nuestras defensas bajan y nos hacen presa fácil del ataque de bacterias, por lo que mantener nuestros hábitos de limpieza será esencial. Lo que sí hay que evitar es que el agua esté demasiado caliente, pues tendría un efecto nocivo en el sistema de irrigación placentaria. Si controlas que la temperatura sea adecuada, entonces ¡disfruta de un merecido relajo!
3. No tintures tu cabello: Esto sí es verdad, pero más a modo de sugerencia que como imposición. Si bien los productos disponibles hoy en día en el mercado son prácticamente inofensivos, lo mejor es esperar a los 3 meses de embarazo antes de retocar tu look. También es recomendable que prefieras los tintes naturales; más que todo, para evitar alergias debido a los cambios hormonales que ocurren durante la gestación.
4. Aléjate de tu mascota: Si bien es cierto que animalitos como los gatos pueden ser fuente de transmisión de toxoplasmosis, si tienes los cuidados apropiados y estrictos hábitos de limpieza, no hay razón para distanciarte de tu regalón peludo. Como dato, mi mejor amiga pasó todo el embarazo al lado de su felino “Pimpón”. Jamás enfermó y aún más: el bebé nació muy saludable y encontró en este peludito a un singular hermanito “guardián”. Sé extremadamente pulcra y podrás disfrutar de esta bella etapa junto a todos los seres que amas.
5. Evita las penas y rabias: Siempre será importante que disfrutes la gestación de esa nueva vida en tu interior, pues será quien te enseñe un nuevo concepto de amor. Tu bienestar emocional será percibido por tu bebé, quien estará tranquilo y contento en tanto tú lo estés. Sin embargo, si no puedes evitar un mal rato, no te estreses pensando en que lo has perjudicado: jamás se han producido daños físicos en un feto por causa de una pena de su progenitora.
6. Abstente de tener sexo durante el embarazo: ¡Es uno de los mitos más difundidos! Sin embargo, lo cierto es que puedes disfrutar del regaloneo “on fire” durante toda esta bella etapa. Esto, siempre y cuando tu médico tratante no diga lo contrario, ya que hay casos muy específicos en que el sexo está contraindicado. Pero la generalidad es que sí se puede y no hay de qué preocuparse, pues el niño estará muy protegido en el útero materno. Lo más incómodo que puede pasar es que sea tu pareja quien se sienta intimidado.
Sabiendo cuánto hay de cierto en estos mitos clásicos en torno al embarazo, ¡te invitamos a disfrutar lo más plena y tranquila posible la mejor etapa de tu vida!.