Muchas personas suelen mantener largas relaciones durante la enseñanza media, la mayoría de las cuales terminan junto al colegio. Así le pasó a Clara, quien estuvo tres años con su pololo, hasta que en el verano antes de entrar a la universidad se separaron. No fue un quiebre dramático, pero Clara tampoco lo quería volver a ver. "Es como retroceder", me decía.
Un año después, aproximadamente, volvió a emparejarse. Un joven simpático, estudioso y algo enviciado con el cigarrillo. Elías creo que se llamaba. Empezaron en diciembre y cuando en marzo volvieron a clases, Clara lo acompañó a su primer día. Lamentablemente el gesto no resultó tan amoroso como ella esperaba: en la puerta de la facultad estaba su pololo de la adolescencia.
El momento se tornó más incómodo aún cuando Elías le "presentó" a su compañero y éste atinó a decirle que la conocía hace mucho tiempo. La cara de vergüenza en ambos los delató inmediatamente. La hora de ingreso a clases deshizo la bochornosa situación, ya que Elías tuvo que entrar y despedirse de su pareja. El ex se quedó de pie junto a ella. "¿Es tu nuevo pololo?", le preguntó y ella asintió con la cabeza.
Desde ese momento la relación se puso algo tensa. Al parecer el ex pololo se sintió algo celoso y comenzó a contarle detalles de su relación a Elías. Lo peor, es que Elías se distanciaba cada vez más de Clara, en vez de contarle lo que realmente estaba pasando. Un día sólo terminó con ella sin mayores explicaciones.
Fue algunos meses después cuando Clara se enteró de la verdad. Enojada y arrebatada fue a encarar a su ex ex, pero no lo encontró. Después de reflexionar, decidió borrar a ambos de todas las redes sociales, para cortar el tema de raíz.
Hoy, a varios meses de lo ocurrido en marzo, el ex - ex de Clara, la llamó para ofrecerle disculpas, llorando. Quiere juntarse con ella para conversar las cosas. ¿Qué le dirían ustedes?.