Siempre que iniciamos una relación, pensamos inevitablemente en cómo reaccionarán nuestras amigas al conocerlo. Y claro, ¡porque nadie te conoce más que tu mejor amiga!. Por suerte, nunca me ha pasado que mi pololo le caiga mal a mis partners, pero hace poco estuve en la otra vereda: una de mis BFF's empezó a salir con un tipo que se notaba a todas luces era un chanta.
Lo conoció por Tinder, como mucha gente hace hoy en día. Como somos pocas amigas, al juntarnos nos contaba todo y era bastante normal. Excepto por ciertos comentarios, como que él no quería formalizar, puesto que había terminado hacía poco con su ex - con quien no duró ni un año - o que le repetía constantemente que era súper sincero.
Con el tiempo y las relaciones fallidas, las mujeres desarrollamos cierto olfato para reconocer chantas. La guinda de la torta llegó cuando decidimos mirar su muro de Facebook y, navegando entre su publicaciones y fotos antiguas, llegamos hasta su otra cuenta. Cuando una persona tiene dos registros en redes sociales, es porque definitivamente tiene algo que esconder.
El problema es encontrar la manera de hacerle ver a tu amiga que su pinche no le conviene, sobre todo si es su primera "pareja oficial". No es fácil y de hecho, nunca logré decirle directamente lo que pensaba, pero traté de ponerme a lo Leonardo DiCaprio en "Inception", sembrando dudas. También le aconsejé que no se enganchara tanto, porque la relación no parecía encaminada a algo serio.
Finalmente el chanta cayó solo como yo esperaba, cuando mi amiga descubrió que él seguía joteando a otras minas en Tinder. No supo darle respuestas y, haciéndose el interesante, terminó él con ella, diciendo que era demasiado insegura y celosa. Por lo menos se sacó ese cacho de encima, pero lamentablemente igual terminó herida. No obstante, el dolor será mucho menos que si hubiese seguido con él y se hubiese empezado a proyectar hacia algo serio en verdad.
Y tú, ¿qué harías si vieras a tu amiga con un chanta?