¡Benditos sean los lácteos vegetales! Llegaron para quedarse, permitiéndonos conocer sabores y texturas diferentes. Fueron la respuesta a las plegarias de veganos e intolerantes a la lactosa, además de los eternos detractores del consumo de leche de vaca. La amplia variedad existente en el mercado permite coexistir de manera más amigable con la naturaleza, consumiendo un producto muy sano, rico y natural, bastante más tolerable al organismo.
Obviamente, si eres neófita en estos temas, te puedes perder entre tanta oferta o bien, escoger un producto que no te sea del todo satisfactorio. Por eso - y en el afán de hacer tu experiencia totalmente ¡sublime! - en Fucsia te guíamos para una buena elección de tu leche vegetal, conforme a tus gustos y expectativas:
1. Arroz: Dulce y deliciosa, fortificada con vitamina A y B12, es una excelente opción, especialmente para intolerantes a la lactosa y quienes presentan alergias alimentarias. Es muy bien tolerada por el organismo, pero bastante aguada. Por lo mismo, si lo que más amas de la leche es su crema, mejor descártala. También debes saber que entre todas las alternativas, es la más calórica.
2. Almendras: ¡Exquisita y de textura cremosa! Asemeja bastante a la leche de vaca, por lo que si recién te adentras en probar alternativas, ésta te resultará ideal. Está enriquecida con vitaminas D y E, que ayudarán a que luzcas una piel ¡radiante!: Además, contiene calcio y en los mercados veganos puedes hallarla saborizada.
3. Coco: Lejos, la opción más deliciosa y sublime de todas. Su sabor dulce y textura cremosa convierte su consumo en ¡toda una experiencia!. Es un deleite sensorial inigualable, pero ¡ojo con hacerte adicta!, ya que tiene un alto contenido calórico. Es perfecta para cocinar o preparar smoothies, ya que de todas las opciones, es la más espesa.
4. Soya: Proviene de la legumbre del mismo nombre y es bastante proteica. Hay versiones fortificadas con calcio y vitamina D, que potencian sus beneficios en tu organismo. Se asemeja bastante a la leche de vaca en sabor y textura, por lo que con ella puedes preparar helados, yogures o postres. Sin embargo, procura alternar su consumo con otras variedades de leche vegetal, ya que puede causar distensión y dolor abdominal, además de acidez.
5. Avena: Es uno de los lácteos vegetales favoritos, dado su exquisito sabor y textura, que también recuerda mucho a la leche de vaca. Se obtiene a partir de la mezcla de avena integral, agua, aceite de girasol sin refinar y sal marina. Con ella es posible hacer cremas, salsas, batidos, yogures y un amplio etcétera. Es rica en vitamina B y se recomienda bastante a estudiantes ansiosos en periodo de exámenes, así como también quienes buscan adelgazar. Esto, porque sus propiedades ayudan a bajar los niveles de estrés y sus azúcares lentos favorecen la actividad del páncreas y glándula tiroides. Eso sí, los intolerantes al gluten deben consultar con su médico antes de consumirla.
Todas estas leches puedes encontrarlas en los principales supermercados del país (eso sí, a precios que exceden los de la leche de vaca, pero ¡bien que valen!). También puedes prepararlas en casa o encargarlas a distintos proveedores vía Facebook, que se encargan de su producción y comercialización. Están disponibles, además, en tiendas especializadas en productos veganos. Como dato, hay una en el Mall Panorámico y otra, a la entrada de calle Manuel Montt. También en calle Andrés de Fuenzalida - llegando a la Costanera Andrés Bello - encontrarás una picada ¡con muy buenos precios y excelente atención!
Y tú, ¿con cuál piensas comenzar?