"¿Y te la...?", "¡No amiga, qué asco!"; lamentablemente es la respuesta de muchas mujeres cuando les preguntas sobre sexo oral. Y no me refiero a la felación o estimulación del pene, sino que más bien hablo del cunnilingus o sexo oral femenino, el cual muchas rechazan por distintos motivos.
No es un secreto que la pornografía fue hecha por y para hombres. Es por lo mismo que ésta se encargó de instaurar "modelos" de procedimiento sexual, estableciendo qué es normal, qué es lindo y qué no. Este recurso audiovisual normalizó el sexo oral masculino, lo que incluso involucró como un paso obligado dentro del coito. ¿Y qué hay de la mujer?. ¿Por qué no se habla del sexo oral femenino?.
Con el paso de los años, descubrí que éste era un tema tabú, especialmente para las féminas. El hecho de no sentirse cómodas con su propia vagina - y ese machismo que posiciona el placer masculino por sobre el nuestro -, logró que el cunnilingus quedara al final en la tabla de preferencias sexuales. Lo que es peor: muchas ni siquiera se atreven a pedirlo.
Incluso las que practican sexo casual, más osadas en sus actos y desinhibidas con su cuerpo, no son capaces de pedirle a sus parejas sexuales que se lo practiquen, mientras ellas sí o sí deben arrodillarse para no quedar como "fomes". "Es que es como para la pareja", me decía una amiga, quien aseguraba que aquel acto sólo se podía llevar a cabo con alguien de mucha confianza (cómo si la penetración no implicara el mismo nivel de intimidad y riesgo).
"Me da asco", es el peor argumento que escuché, puesto que en ningún caso me hace sentido. ¿Cómo te puede dar asco tu propia vagina y no el genital ajeno?, se supone que tú eres dueña de su aseo y andanzas; lo desconocido es lo que está entrando a ella. Si te incomoda el vello púbico, es tan simple como retirarlo; si tienes algún problema que crees que hace tu vagina "anormal", debes visitar al ginecólogo.
No entiendo a algunas de mis pares respecto de este tema. ¿Por qué tanta vergüenza?. Los órganos sexuales no son lindos ni feos, su funcionamiento y lo que puedas disfrutar a través de ellos sólo depende de ti: es tu actitud lo que definirá lo atractiva que te puedas ver. Pierde el miedo a tu cuerpo, atrévete a probar y deja atrás los complejos. Nadie está obligada a que le guste el sexo oral, ¡pero te desafío a que digas lo contrario!.