Érase una apacible madrugada de invierno tras una fiesta, cuando entre risas y un par de copas, mi pololo me propuso de la nada que hiciéramos un trío. "¿Así como las extintas Destiny’s Child, Green Day o los Tres Chiflados?", pregunté haciéndome la tonta, y él sólo sonrió pícaramente, dando a entender que obviamente se refería a los tríos en la intimidáh.
Esta vez la cosa quedó ahí y pasó como talla, pero yo me quedé “cachuda” pensando en la propuesta. Llámenme cartucha o lo que quieran, pero en principio la idea no es algo que considere especialmente estimulante. Por otra parte, ¿qué tipo de trío sería? ¿♀♂♀? ¿♂♀♂? No sé si preferiría estar al medio de un anticucho o ser una tortilla de rescoldo.
Otro aspecto que me da “cosita”, es de dónde saca uno al tercero… ¿Hay que llamar a 800-600-tríos y conseguir un(a) sexo-servidor(a) para la ocasión, o es mejor alguien conocido de ambos? Ahí creo que debe depender muuucho de la pareja, la confianza y apertura que exista entre ambos. Personalmente, creo que optaría por el desconocido, antes de arriesgarme a los celos y momentos incómodos con conocidos.
La verdad es que si me pregunta de nuevo, pero en serio, no sé qué le diría. Una parte de mí siente que no es malo abrirse a nuevas experiencias y explorar las fantasías de tu pareja, pero también creo que hay que hacerlo por voluntad propia y no sólo por complacer al otro. Hay que tener mucha confianza en sí misma y en la relación, además de estar física y emocionalmente preparada para eso, y parece ser que eso aún no es mi caso.
¿Y a ti te ha pasado algo similar? ¿Diste el sí? ¡Danos tus consejos!