Muchas de nosotras quizás pasamos por periodos donde hemos sido más piolas y tranquilas por distintas circunstancias. Recuerdo cuando estaba en la Universidad en primer año; siempre fui una persona "low profile" y muy buena amiga. Por lo mismo, tenía mi grupo en el que confiaba y tirábamos la talla siempre. Hasta que me topé con una partner un tanto loca y sin saber por qué, nos hicimos uña y carne.
¡Ni siquiera me di cuenta cómo sucedieron las cosas! Era extraño, ya que mis otros amigos, sí, eran un tanto locos (algunos), pero esta amiga rallaba la papa y hacía muchas locuras donde yo quería la tierra me tragara.
Reconozco que mis amigos no la pasaban mucho y ¡menos mis parejas de la época!, pero yo me sentía genial a su lado.
Muchas de nosotras debemos preguntarnos por qué sucede esto, que las minas que somos más bien piolas terminemos junto a estas loquillas. Pero es súper simple entenderlo: polos opuestos se atraen, aunque ¡ojo! no como pareja, no vayan a pensar mal, jaja.
Y además las amigas terminan complementándose. Si bien muchas veces hice como que no la conocía cuando hablaba a todo volumen, le gritaba a sus eternos y diferentes pololos o la veía bailar en una tarima moviendo el pelo de un lado a otro, también moría de la risa con ella. ¡Hasta se ganó el título de mi 'joker personal'.
No faltaba la ocasión en que íbamos a un carrete y la ayudaba cuando se pasaba de copas. También era común que me animara a hacer cosas cuando yo solía taimarme y me daban los cinco minutos. Y obviamente podía contarle lo que fuera, ya que nada le parecía extraño ni tirado de las mechas. Era un "¡sí, hazlo!" a todo.
En el fondo, la mujer loca necesita una amiga piola y viceversa. Créanme que no se olvidan esos vínculos, ni tampoco los momentos vividos. Al menos yo recordaré por siempre a esa amiga tan especial que tuve.
Y bueno, para que estamos con cosas: también las piolas tenemos nuestro lado "loquillo", aventurero y carácter fuerte. ¡Sólo que no lo demostramos de inmediato!. Y bueno, eso atrae a nuestras partners pela-cables: les brindamos cierta seguridad y deciden quedarse a nuestro lado porque lo pasan súper bien.
Esa
es la realidad, ¡porque que si fuéramos fomes no estarían con
nosotras, jaja! Y ustedes ¿por qué piensan que pasa esto?