Debo confesar que si me detengo a analizar mi vida amorosa a lo largo del tiempo, lo primero que puedo afirmar es que no he sido mujer de muchas parejas, pero tampoco de periodos muy largos de soltería. La vida es sabia y siempre sabe poner cada pieza en su lugar. Es así que, después de años, puedo afirmar: ¡Estoy soltera otra vez!
Mi inventario de flechazos contabiliza dos relaciones largas, de varios años, que finalmente por cosas del destino o simplemente porque no debían ser, no fueron. Eso no quiere decir que no haya tenido “aventuras” por ahí o intentos fallidos de pololeo, pero como dicen por ahí, los “no oficiales” no cuentan.
Mi último pololeo duró más de 4 años y, luego de altos y bajos, la relación finalizó. Y fue desde allí que sin querer empecé a forjar mi camino de “soltera codiciada”. Como punto de partida, mi nueva condición sentimental se dio después de los 26 años, es decir en período de logros profesionales, estabilidad económica, una vida clara e independencia total.
Porque sí, yo vivo y me mantengo sola. ¡Feliz disfruto mi tiempo, mi sueldo y mi vida! No tengo hijos aún, por eso trabajo para mí y por mí, lo cual resulta ser siempre un atractivo extra para el sexo opuesto. Por ello, en mi momento de soltería no me han faltado invitaciones a comer, al cine o a fiestas. Tengo para "regodearme", como dicen mis amigas, pero yo prefiero mantenerme sola y un poco distante quizás de aventuras amorosas. Actitud que curiosamente ha sido todo un imán de galanes, porque estoy segura de que para ellos te vuelves mucho más deseable cuando saben que no quieres con nadie. A eso, súmale que te va bien en lo profesional y eres capaz de salir, pagando tu propia cuenta o invitando. ¡Sí además luces bien, les resultarás irresistible!
Cuando has pasado tantos años acompañada, te olvidas un poco de ti misma y de todas las cosas que te gustaban. Por ello, establecí darme un tiempo para disfrutar esta relación conmigo misma, antes de volver a buscar compañía. Porque si no te incomoda ser la soltera del grupo o andar “tocando el violín”s, entonces ¡esta etapa es perfecta para ti! No en vano le comentaba a una amiga el otro día que ¡estar soltera es la mejor dieta!
No olvides que tomarse un tiempo para cerrar un ciclo siempre es necesario y qué mejor si esto sirve también para que los demás vean la gran mujer que eres. Tal como dicen ellos: ¡Una soltera feliz y codiciada!
¿Te animas a gozar de tu momento?