Siempre me pasa lo mismo. Cada vez que hay liquidación, voy entusiasmada a comprar porque es la oportunidad de adquirir esa prenda que tanto quiero y/o necesito. Es de esas cosas geniales que, incluso prometen arreglar el día, hasta que noto que lo que busco no está en mi talla. ¡Terrible!
¿Saben por qué? Porque es una tremenda decepción. ¡Se trata de esas tenidas o zapatos que amé durante meses, pero a precios rebajados! Y uno se imaginó luciéndolos, pues creyó que renovar el clóset sería económico…No, no se vale. No es justo quedar con los crespos hechos, sobre todo después de ilusionarse con ser el dueño de aquello que te gustó.
Además, muchas veces se pierde la opción de comprar otra cosa, porque el dinero se guardó exclusivamente para adquirir otro producto. Entonces claro, cuando vas dispuesta a invertir en una prenda alternativa, notas que ya se la llevaron. Te quedas sin pan ni pedazo. Es una burla.
¿Por qué me pasan estas cosas a mí?, me cuestiono siempre. ¿Cómo es que se llevan justo la ropa de mi talla? ¿Hacen muy poca? ¿No elegí bien lo que quería? ¿Tuve mala suerte? ¿Soy muy quemada? ¿Será esto? ¿Será lo otro? Yo todavía no sé.
A lo mejor sólo era demasiado bonito para ser verdad, pero es terrible igual... Y a ti, ¿te ha pasado que no encuentres tu talla en las liquidaciones?