El amor es parte de nuestra vida y aunque a veces queramos hacerle el quite, por lo general termina dándonos en la cara. Se dice que parte de este sentimiento es ponerse ciego, sordo y mudo, pero que cuando una relación se acaba, despertamos del trance y terminamos expuestos a todo aquello que, mientras estábamos enamorados, no vimos. Por lo mismo, eso del amor de la vida es más bien una utopía, ya que nos enfrentaremos a varios quiebres en la vida. De cada uno de ellos tendremos que aprender, para así no cometer los mismos errores en el futuro.
Pero si existe algo realmente difícil en este proceso, es notificar a la pareja del término de la relación. Si sientes que ya es hora de un nuevo comienzo a nivel sentimental, pero te llegas a enfermar de sólo pensar en planteárselo, aquí te van algunos consejos:
1.Piénsalo bien antes de tomar una decisión
Las emociones, las hormonas, los malos momentos y el estrés suelen jugarnos malas pasadas, llevándonos a ver nuestro entorno de color rojo y querer mandar todo a buena parte. Si eres del tipo de persona "siento, luego existo", te recomiendo que respires profundo, cuentes hasta 100 y hagas un análisis de la situación, porque siempre hay más de una versión de los hechos. Tal vez estás exagerando ante una situación o simplemente, aún existe amor y las condiciones para salvar esa relación son óptimas.
2. Habla claro
Eso del "no eres tú, soy yo", "tomemos un tiempo" y "tengo algo que decirte pero no sé cómo", no servirá de nada a la hora de querer dar un corte. En el lenguaje del amor, las ambigüedades llevan sólo a la confusión y si no hablas claro, la otra persona puede entender algo totalmente distinto. Por lo anterior, si realmente estás decidida a poner un punto final, intenta decirlo de la manera más clara posible, sin eufemismos. Puede que al principio tu pareja lo tome a mal, pero con el pasar del tiempo entenderá que lo mejor fue hablar sinceramente y así darle la libertad para seguir su camino.
3. No se vale el "un día sí, un día no"
Si en serio quieres dar por terminada una relación, trata de que sea una decisión madura y no un círculo sin fin de terminar y volver, volver y terminar (y así sucesivamente, por los siglos de los siglos). No sirve de nada que esta semana le digas a tu pareja que se acabó, para terminar llamándolo al otro día y pidiéndole que regresen, ya que tus argumentos perderán seriedad en el tiempo y será una situación digna del cuento de Pedrito y el Lobo, ya que cuando realmente quieras poner punto final, tu falta de determinación y de valor te pasarán la cuenta. El finalizar un compromiso no es algo ligero, que pueda ser utilizado como una amenaza a tu favor cada vez que estás molesta.
4. No mires atrás
El estar sola, después de haber pasado por un periodo en pareja, no es fácil. Lo anterior, ya que ciertas canciones, restaurantes, regalos o cualquier cosa de tu diario vivir, puede recordarte a quien ahora es tu ex. Tanto recuerdo junto, sumado a que extrañas tener alguien que te caliente las patitas en invierno - ese que siempre te hacía reír y que por sobre todo apañaba -, te lleva a experimentar una sensación de vacío y soledad muy difícil de controlar. Es como al estar en rehabilitación, ya que te sientes tan superada por el hecho de aprender a vivir sola nuevamente, que terminas auto convenciéndote de que el mejor camino es volver con tu pareja. Pero si le pones paños fríos a la situación y recuerdas el motivo por el cual la relación se quebró, entenderás también que debes seguir adelante.
5. Aléjate de esa persona, al menos por un tiempo
Eso de terminar con tu ex un día y al siguiente ser amiguis, no va. Está bien ser maduro, dárselas de moderno y querer llevar la fiesta en paz, pero no puedes pretender que las emociones, vivencias y todo ese tiempo que compartiste con la otra persona, se esfume o termine mutando en otro tipo de vínculo. Puede que a futuro termines siendo amiga de tu ex e incluso no te moleste el verlo con otra persona, pero cuando recién terminas el pololeo, lo mejor es que tomes cierta distancia. Sácalo de tus redes sociales, deja de ir a lugares donde sabes que lo encontrarás y no preguntes a tus amistades en común cómo está tu ex. Regálate un tiempo para ti misma, deja ir, abre la jaula y que las memorias vuelen libres, difuminándose entre las nubes.
6.El rencor es normal, pero no dejes que te consuma
El que diga que nunca en su vida ha experimentado una dosis de rencor es mentiroso. Esta emoción es parte del repertorio al cual debemos enfrentarnos; esa espinita en el zapato y el corazón, que no te permite olvidar lo que duele. Por lo anterior, no intentes engañarte a ti misma y al resto, diciendo que no hay rencor y que está todo perdonado. Tampoco pretendas olvidarte de lo malo, sobre todo si la persona que tenías al lado no se portó de lo mejor, ya que nadie tomará en serio tus palabras. Si tu ex fue chueco contigo, es normal que te produzca cierto rechazo y te sientas estafada. Por lo mismo, hazte cargo de esa emoción: aprende a manejarla, dosifícala y ve restándole protagonismo, para que puedas vivir en paz contigo misma.
Así como los comienzos no son fáciles, cuando un círculo se cierra, tampoco. Por lo anterior, considera siempre que aunque algo sea complejo, te afecte en cierta medida y te estanque por un periodo, no puedes vivir huyendo y haciendo de cuentas que todo es perfecto. Si sientes de verdad que tu relación no da para más, genera espacios de auto reflexión, de entender lo que quieres y lo que no, hacia dónde quieres ir y si tu pareja es o no parte de ese sueño que deseas construir. Aprender a soltar lo que ya cumplió un ciclo es un paso esencial para avanzar. ¿No lo crees así?