¿Sientes que tu pololo es algo tímido a la hora de intimar? ¿Te gustaría que se alocara un poco y jalara tu pelo de vez en cuando? ¿O quizás quieres que unte un poco de crema en tu pecho? Presta atención entonces a las siguientes técnicas que te permitirán salir del típico sexo “misionero” e innovar en la alcoba:
1. Hablar: Porque hablando se solucionan los problemas, una de las primeras cosas que puedes probar es comunicarle a tu pareja tus necesidades y pedirle lo que quieres (porque, querida amiga, nuestros hombres no son adivinos). Dile que te gustaría probar con otras posiciones, hacerlo en más lugares, incluir frutillas y crema o que quieres que se disfrace de policía y te arreste.
2. Tomar la iniciativa: Si hablar no es tu fuerte o temes que tu pololo no se lo tome de la mejor forma (se puede sentir criticado y cerrarse aún más), puedes probar tomando tú la iniciativa. No necesitas decir nada, simplemente diriges a tu hombre gentilmente colocándote en la posición que deseas probar y te aseguro que él te seguirá sin protestar. Una vez que tengan más confianza (ya han innovado un poco y ha resultado bien) puedes probar dando instrucciones del tipo “más fuerte” o “más rápido”. ¡No olvides decirle lo bien que lo hace y cuánto te gusta!
3. Invítalo a ver una película: Pero ojo, no cualquiera. Busca alguna película XXX que contenga tus fantasías y la ven juntos antes de acostarse. O en la mañana, o en la tarde, en verdad da lo mismo la hora. Lo importante es que ambos se excitarán mucho y, lo más probable, es que tu chico saque a relucir nuevas maniobras. Por lo mismo, te recomiendo contar con suficiente tiempo después de que terminen de ver el film erótico (o quizás alcancen a ver sólo la mitad).
4. Invierte en juguetes: Pídele a tu pareja o a una amiga que te acompañe a una sex shop. Compra algún juguete que te parezca entretenido, algún disfraz o las infaltables esposas. Si vas con tu pololo, tienes acción asegurada para la noche. Si vas sola o con una amiga, hay dos tipos de actitudes que puedes usar para que tu chico tome de buena manera esta innovación. Primero, puedes ser “mandona” y decirle sin mayor preámbulo “mira, compré estas esposas y quiero que me ates a la cama”. O, segundo, puedes usar el tono de “propuesta” y decirle “mira, compré estas esposas hoy, y creo que sería muy entretenido usarlas. ¿Te tinca?”
5. Conócete: Más que una técnica propiamente tal, esto es un deber si quieres disfrutar de una sexualidad sana. Antes de pedirle a tu pololo que sea más osado en la cama, debes conocerte a ti misma y saber qué es lo que te proporciona placer y qué no. Una vez que lo tengas claro, puedes pedirlo sin miedo y disfrutarlo a concho. No puedes esperar que tu pareja adivine lo que quieres o que sea él el único que te proporcione placer. ¿Y si viaja? ¿Y si terminan? Verás que si aprendes a satisfacerte sola, no te frustrará tanto si a tu chico le dolía la cabeza hoy.
¿Te gustaron estas técnicas? ¡Coméntame si conoces alguna otra!