Cuando una mujer dice que ve porno, oficialmente la gente, especialmente los hombres, ven un letrero en tu frente que dice “disponible”. Es tan clásico como el hilo negro y el cliché de toda fantasía masculina. Pero señores, lamento aguarles la fiesta: que veamos porno y lo admitamos, no significa que estamos disponibles para sexo casual instantáneo, ni que sólo pensemos en "eso", en repartidores de pizza o en llamar a alguien para que destape las cañerías.
La sexualidad femenina siempre ha sido un tabú, y me enorgullece profundamente ser parte del grupo de mujeres que no temen a vivirla plenamente. Aunque estemos en una sociedad que se dice avanzada, cuando hablamos de libertades y derechos para nosotras, nos quedamos en la pura pantalla.
¿Debería darme vergüenza acaso?
Las reacciones ante este comentario son muchas; desde las parejas que se sonrojan y tratan de hablar libremente, el compadre que te comienza a mirar como carne fresca, la amiga buena onda que te apoya “moralmente”, hasta la feminista que habla de tiranía y que soy parte del sistema que cosifica a la mujer. ¿Acaso el hombre está pintado en las películas? ¿Que no somos seres sexuales?
Eso nos demuestra que el tabú para nosotras aún están presente. El erotismo forma parte esencial del desarrollo humano y cada día nos sentimos más reprimidos. De ahí que la industria del porno crezca tan velozmente y que hayan personas que sólo disfruten con la fantasía.
Por mi parte, me siento libre de hacer, mirar e incluso leer lo que quiera. No porque una sociedad indique que sentarse a ver porno es exclusivo para los hombres, dejaré de hacerlo ¿Es realmente un tema hoy en día? ¿Qué crees tu?