A lo largo de la historia, las mujeres han debido jugársela para lograr que sus derechos sean respetados y ganarse su espacio dentro de la sociedad. Es por ello que surgió el feminismo, como un movimiento social que agrupa a todos los que creen firmemente que las mujeres deben tener los mismos derechos que sus pares hombres. Sin embargo, como todo en la vida, cuando esta ideología se convierte en excusa para sacar lo peor de las personas, para moverse en torno al rencor y las ganas de ser mejor que el otro, vamos por mal camino.
Muchas de nosotras nos hemos encontrado, sobre todo en redes sociales, con que algunos usuarios usan el término peyorativo "Femi -nazi" (unión de las palabras feminista y nazi) para dar a entender que dicha mujer está obsesionada con ser mejor que los hombres y también los desprecia, odiando todo lo que tenga que ver con el famoso "sexo fuerte". A pesar que el término surgió a principio de los 90's, en la actualidad es usado indiscriminadamente y cualquiera, por dárselas de ofendido, de gracioso o querer prender el fuego con bencina, la utiliza para describir a aquellas mujeres que creen en la igualdad de género.
La delgada línea entre ser feminista y ser una supuesta "femi - nazi" es muy delgada, pero una vez que la pasas, es porque difícilmente habrá vuelta atrás y el resultado final será alguien que detesta profundamente al género masculino. El problema es que suele pasar que cualquier mujer que manifiesta que no se avergüenza de su cuerpo y sus funciones biológicas, busca mayor libertad sexual (como sucede con el hombre a nivel social) y desea ser igualmente valorada que los varones, es tildada de latera, resentida y por supuesto "femi - nazi".
Por mi parte, nunca he sido partidaria de los extremos ni de ninguna doctrina que lleve al odio y el rencor. Sin embargo, no creo que sea justo que una mujer sea tratada de "nazi" por el sólo hecho de amar su cuerpo, de no querer ser considerada sólo un ente con capacidades reproductivas, por vivir una sexualidad saludable o luchar para obtener condiciones laborales similares a las de un hombre. Es como si a ellos les llamáramos "macho - nazi" por prenderle velitas a sus genitales, ser más fuertes que las mujeres o llevar a cabo ciertas actividades.
Creo que antes de utilizar ciertas palabras, sin conocer su real significado, es necesario entender de lo que se está hablando y lo que se quiere transmitir. Lo anterior, ya que el lenguaje es poderoso y en vez de usarlo como si fuera la munición para una pistola, deberíamos practicar el arte de ponernos en el lugar del otro, esa empatía que nos permite ser más humanos. El ser mujer y querer generarnos mejores condiciones a nivel social, no me parece ser nazi, sino parte de un respeto global que todos deberíamos practicar en nuestro día a día.