¡Dulces, con una sensibilidad que no tiene palabras y sensualidad a flor de piel! Seductores, apasionados, empáticos, pacientes, con destreza, creativos, seguros de sí mismos, rebeldes, aventureros. Así son los músicos: ¡unos verdaderos imanes!
Éstas son, amigas, las cualidades que nos enamoran de ellos. ¡Si son verdaderamente encantadores! Reconozco que yo me derrito frente a uno y no soy capaz de emitir ni una sola palabra, ya que mi corazón se vuelve un torbellino de pasión ante su presencia.
Y claro, porque llevo la música en mis venas desde que era un rulito chico, dentro de la guatita de mi mamá, que era profe de esta área y tenía una voz hermosa. Creo que desde ahí comenzó mi locura por estos artistas, jaja. Pero ¡ojo!: no es algo obsesivo, sino una atracción que se ha vuelto algo muy natural y lindo para mí.
Siempre me he fijado en hombres que aman esta disciplina: que toquen piano, guitarra, flauta, batería, les guste cantar; pero en el fondo, que lleven la música también en la sangre.
Y es que ellos son tan, pero tan apasionados, que se les nota en una mirada con la cual te erizan los bellos. En mi caso, como me dijo hace poco mi papá, me mueven todos los rulos, jaja. Es que tienen una esencia que es única: esa combinación de hombres misteriosos e inalcanzables, que están en un escenario, pero fuera de él son pura dulzura y encanto, el cual descubres cuando los conoces bien.
Mi ex pololo, además de su profesión, era un verdadero artista. Fui la mujer más feliz a su lado. Era un hombre que las tenía todas. Es el único que ha podido subirme a una nube con su guitarra y la voz maravillosa que tenía.
En fin: ¡te olvidas de todo al estar con un músico!. Si te gustan las aventuras -como a mí- estarás genial con ellos, porque no son para nada cuadrados ni conservadores, sino osados y valientes. Pueden mostrarte un mundo totalmente distinto. Para qué decir si te dedica una canción y te canta. Te sientes tan, pero tan especial, que ellos logran llenar todo tu universo. Y lo más importante es que inundan tu corazón. Imagínense, si pueden amar tanto la música, ¡cómo te amarían a ti!
¡Me encantan los músicos! Me seguirán encantando siempre, en especial cuando tocan guitarra o hacen chasquidos con los dedos. Mi loco corazón me dice que me encontraré con otro así.
Y ustedes, ¿qué piensan de estos bombones?