Estás en tu balcón leyendo y escuchas un lento en la radio. Te olvidas de tu libro y tu mente se traslada a otro lugar lleno de recuerdos, del cual te cuesta mucho volver. Y es que ese sentimiento inexplicable que nos generan los lentos, ¡nos transporta! ¿Quién no los oyó en la kermesse del colegio, el carrete de la Universidad o en la casa del príncipe de sus sueños.
Recuerdo una vez un bombonazo que conocí en la Universidad. Éramos muy amigos y teníamos muchas cosas en común. Al principio no me gustaba, pero de un día para otro los sentimientos cambiaron.
Una noche me invitó a su casa para que compartiéramos un buen rato. Fue una noche muy especial, con buena comida, conversación y en especial, excelente música, que le brindó una energía especial al momento. Mi amigo tenía puesto un compilado de lentos, temas de la época de los 80's , de esos que te hacen volar la cabeza y disfrutas todo el rato.
Nunca olvidaré que me invitó a bailar ¡Ideal en una cena romántica! Estábamos ahí los dos solos, con luces bajas, una vista panorámica al cerro San Cristóbal y los lentos. Esos que nos acompañaron desde que íbamos al colegio y que siempre tenemos en la mente, para aquellos momentos llenos de romanticismo.
¡Que les puedo decir!, el primer beso en un lento. Un momento en que se te juntan un sinfín de sensaciones, entre la ternura y pasión de un beso junto al ritmo de una de tus baladas favoritas ¡Genial! Cómo me gustaría que eso pasara de nuevo. ¡A quién no!, ¿cierto?
Y es que es una instancia mágica para comenzar un nuevo romance con el bombón de tus sueños. Además, que te saquen a bailar los deja como unos verdaderos galanes a los cuales es muy difícil resistirse.
Y tú, ¿tienes algún recuerdo al ritmo de un lento?