Sí, no tengo sexo con mi pareja de 4 años, créanlo. Soy Amanda, tengo 28 años, y les contaré un poco de cómo llegamos a esto.
Luego de una relación de altos y bajos, infidelidades (mías), locuras, aventuras, etc.. decidimos darnos una oportunidad y vivir juntos. Yo me cambié de ciudad a la de él (por trabajo y calidad de vida, más que todo) y comenzamos este camino, hace ya 2 años.
Al principio fue fenomenal; al fin teníamos un nidito de amor y nuestro hogar, pero a medida que fue pasando el tiempo, la llamita de la pasión se fue apagando. Para mí fue un balde de agua fría: ese hombre al que amaba ya no me tocaba, no me acariciaba, no me deseaba, no me abrazaba, no me miraba como queriéndome comer.
Él fue quien se comenzó a alejar poco a poco. Las veces que lo hablamos me reconoció que mi “casi ninfomanía” lo alejaba de mí. Sí, era ultra hot, quería sexo todos los días y bueno, por eso caí en otras redes cuando llevábamos poco tiempo de relación. A él lo amo con locura, pero siempre fue un poco flojo y fome en la cama. Sin embargo, es un gran hombre, me ama y me lo demuestra cada día. No pude elegirlo mejor, pero sexualmente “no funciona”.
A medida que fue pasando el tiempo, me volví insegura y caí en una especie de depresión al darme cuenta que no era deseable para mi hombre. Muchas veces me eché la culpa, pero luego entendí que él es así, y digo que “es así” porque lo intenté muchas veces: dejé mi dignidad en esa habitación, en esa cocina, en ese baño, en ese pasillo, en esa alfombra… Probé con juguetes, disfraces, posiciones impensadas y nada… él es así. Y tal como estoy segura que él es así, también lo estoy de que no existe nadie más en su vida que yo (por si están pensando que se acuesta con otra).
Y luego de pasar toda esa etapa de depresión, desesperanza, discusiones, etc… decidí retirarme de la sexualidad. Así es, decidí no intentarlo más y es así como ya han pasado 4 meses sin ningún contacto íntimo posible entre ambos. Pensarán que cuatro meses es poco, pero antes de eso ya veníamos con vacíos sexuales de tres semanas entre uno y otro encuentro sexual. Dormimos en la misma cama, pero sólo eso: dormimos y conversamos, nos besamos, nos acariciamos la mejilla y nos decimos que nos amamos, por que sí, ¡vaya que nos amamos!, pero el sexo no tiene cabida en esta relación.
No sé si lo estamos haciendo bien o mal, y no sé cuánto aguante. Debo reconocer que ya no queda nada de esa mujer apasionada de antes, él acabó con mi sexualidad y no me gusta pensar en eso, porque sé que terminaría reprochándoselo, y una conversación de este tipo ya no tiene sentido.
¿Seré la única en esta situación o hay alguien más?
Colaboración enviada por Anónimo