Las palabras, aunque a veces sean tomadas a la ligera, tienen un poder más allá de lo imaginable. Es por esto que frases al aire, posteos en redes sociales o mensajes de WhatsApp, pueden convertir un lindo día en una pesadilla. Hay ocasiones en que las personas dañan a través de lo que dicen, pero sin darse cuenta. O bien, la lengua se afila, lista para arrasar a quien se le ponga enfrente. Lamentablemente, una sola frase puede cambiar nuestra auto-perspectiva, demoliendo los cimientos más firmes. Nos preguntamos si aquello que dijeron es verdad, destrozando nuestra autoestima. Por esto los insultos pueden llegar a doler muchísimo más que una herida física. Es necesario que nos cuidemos de ellos.
Algunos de los insultos que más nos duelen son:
1. "No eres capaz de hacerlo"
Una de las cosas más paralizadoras que nos pueden decir es ésta, ya que evidencia que no se nos tiene ni una pizca de confianza. Con esa sencilla frase puedes derribar esperanzas y anhelos, dándole a quien la recibe una percepción negativa de sí mismo. La fórmula para contrarrestar este insulto es no tomarlo como verdad absoluta, sino hacer que sea un motor que alimente el espíritu. De este modo, no sólo desearás algo con más ganas, sino que lucharás el doble por conseguirlo, contra todos los obstáculos, callando a quien quiso hacerte bajar los brazos.
2. "Es que no eres tan inteligente"
Al igual que la frase anterior, ésta apunta a despreciar tus habilidades. El típico ejemplo se da cuando postulas a una pega mejor, que exige mayor preparación intelectual. No falta algún cercano que te da el "sano" consejo de no postular, porque hay gente demasiado inteligente que lo hará y tú no estás dentro de ese grupo. Todos los seres humanos poseemos talentos distintos y nadie tiene el derecho de decirte si eres lo suficientemente inteligente para algo. Tú debes descubrir por ti misma para qué cosas son aquellas tienes más habilidad y potenciarlas. Además, la inteligencia mental y emocional se trabajan; se mejoran. Si hay ciertas tareas que te complican un poco más, no es excusa pensar que se debe a que eres tonta.
3. "No eres ni la sombra de la persona que conocí"
Aunque en sí esta frase es muy descabellada - ya que nadie es la misma que hace un par de años -, muchos que la usan como insulto comodín. Cuando te dicen que ya no eres como antes, automáticamente quieren insultarte, tratando de decir que tus cambios han sido para peor. Dejan entrever que si no acatas lo que te dicen y vuelves a ser "la de antes", podrías incluso ser desechada. Insisto: nadie es igual y plano hasta el fin de los tiempos, porque la vida, los cambios, emociones y logros, nos llevan a mutar y a cambiar de piel, para usar una que se adecue más a la etapa vital que atravesamos. Si alguien te dice que "ya no eres como antes", siéntete agradecida. Significa que dejaste de ser una versión beta hace mucho tiempo
4. "A estas alturas, nadie más se fijaría en ti"
Este es un ataque directo a tu autoestima, que da a entender que poco menos eres sujeto de caridad y están contigo por pena. Lo cierto es que nadie (ni hombre ni mujer) se merece ser tratado con lástima. ¡Menos aún como que genera vínculos a través de la pena y la debilidad!. Nunca creas que debes mantenerte atada a alguien porque afuera ya no hay ojos para ti. Eso es una vil mentira. Las mujeres somos especialistas en re-inventarnos, en irradiar nuestros estados de ánimo y llamar la atención si así lo queremos. Por eso, siempre habrá un mundo afuera dispuesto a mirarte, recibirte con los brazos abiertos y tratarte como te lo mereces. ¡No seas esclava de tus inseguridades!
5. "A nadie le importa tu opinión"
Con la evolución de los medios, el nacimiento de Internet y las redes sociales, la forma en la cual compartimos opiniones es mucho más directa y visible. Es por eso que nos hemos animado a opinar de política, fútbol, música, boxeo u otros temas que antes eran asumidos como "de hombres". Y es que al igual que nuestros pares masculinos, las chicas también tenemos la capacidad de tomar lo que hay a nuestro alrededor e interpretarlo según lo que significa para cada una. El problema es que no falta el desubicado, que cuando quieres hablar de deportes u otro tema, te dice que "para qué hablas, si tú no entiendes de eso", que es conversación masculina o tu percepción no es válida y a nadie le importa. La persona que no quiera escucharte, no es digna de tu compañía.
6. "Te descuidaste demasiado"
Las mujeres somos personas multitarea, ya que no solamente debemos preocuparnos de nuestra persona, sino que también del trabajo, los estudios, la casa, los hijos, las deudas, los papás y la pareja, entre muchas otras cosas. Es por eso que pasamos por distintas etapas, a veces subimos unos kilitos, a veces los bajamos, hay días en que tenemos ojeras y otros en los que la peineta perdió la pelea con nuestro pelo. Es por eso que no siempre podemos vernos como la modelo de revista, ya que simplemente no encajamos en ese rol, porque somos mucho más que eso. Sin embargo, cuando alguien te restriega en la cara que ya no tienes el rostro de hace 5 años, que tus kilitos de más te hacen ver mal ante tu entorno o que esas canas son de vieja, es porque esa persona es egoísta. Está bien quererse, cuidarse y nunca abandonarnos, pero tampoco es justo que se nos restriegue en la cara que no somos las mismas de hace 5 años atrás, ya que lo que más hacemos es preocuparnos del resto y de que aquellos que nos rodean estén bien.
7. Que tu género sea utilizado como insulto
Hace algún tiempo se viralizó una comercial en donde se hacía notar la verdadera connotación negativa de agregarle a una frase el "como niña". Peleas como niña, corres como niña, juegas como niña, más que palabras inocentes, esconden la tremenda carga de intentar decir (de manera algo encubierta) que eres inferior y que las cosas que haces tienen resultados inferiores que los de un hombre. Por años se nos ha estigmatizado por ser el "sexo débil", por necesitar a nuestro lado a un macho recio que resuelva todos los problemas y nos haga sentir, a cada segundo, que somos débiles. Es difícil de creer que las mujeres, que dan vida y son protectoras por naturaleza, sean tratadas como una versión inferior de un ser humano. Es por eso que este tipo de insultos, hay que tomarlos como palabras propias de una mente estrecha y cuadrada.
Como reflexión final, lo importante es entender que siempre debemos tener en cuenta de quién vienen los insultos, en qué momento los dijo y por qué los dijo. Las agresiones verbales suelen ser reflejo de las inseguridades del otro, que se escuda en ofensas para esconder su debilidad y cobardía, por no ser capaz de afrontar las cosas. Por lo anterior, de ti depende restarle valor a las palabras que son vacías o están cargadas de odio y utilizarlas como un motor que te ayude a seguir adelante, con más fuerzas y ganas de demostrar que eres capaz de enfrentar hasta la tormenta más fuerte.