“Tiempo al tiempo”. Eso dicen algunas personas cuando nos ven tristes por una ruptura amorosa. Básicamente se refieren a que es necesario tener un período a solas entre una relación y otra. La pregunta es ¿por qué ? Les cuento.
Todo radica en que la soledad sirve para sacar lecciones. Siempre es bueno reflexionar después de la tormenta para aprender, ya que cuando las cosas están en frío, de los errores se puede hasta extraer partido. Así es como se convierten en oportunidades para mejorar. Y no sólo para el amor, sino en la vida. Pues para funcionar en lo amatorio, hay que estar claro sobre quién es uno, y qué es lo que desea.
La idea es comenzar una relación porque uno quiere, no porque lo necesita. Hay personas que andan de pololeo en pololeo, ya que se acostumbran a estar emparejados. Evitan estar solos por miedo a lo que no conocen. Entonces cuando sufren por una ruptura, creen que el “clavo saca a otro clavo” remediará todo. Pero eso no funciona si ciertas cosas no están resueltas.
Ellas entienden mal, dado que quedarse soltera no significa ser libre para iniciar una nueva relación. Estar sin pareja es contar con la libertad de disponer del tiempo como a uno se le plazca. Vale decir, un verdadero respiro que sólo puede proporcionar un período que es propio. Así que ojo, que contempla incluso hasta el lanzarse a la vida. Pues si eso es cómodo y contribuye a encontrar la felicidad después, ¡súper!
El break es variable eso sí, porque dependerá de las personas. Todas saben sus etapas, así que sólo ellas decidirán cuándo están listas para dejar atrás una e iniciar otra. A algunas les duran meses, a otras años, uf… Pero bueno, cada cual conoce sus momentos.
Y tú, ¿estás de acuerdo?