“Estoy evaluando opciones amorosas en Tinder”, me dijo. La miré con cara de incredulidad, pensando que me estaba tomando el pelo o algo por el estilo. Pero no, ella hablaba en serio y se lo estaba tomando como tal. Yo no soy amiga de tener citas gracias a Internet; de hecho, creo que a toda la gente que tengo en mis redes sociales la conozco, así que le di una lista de razones por las cuales no debería seguir en lo que estaba, pero no le importó.
Pasaron un par de días y me contó que le han escrito varios tipos pidiéndole que se junte con ellos. Ella, sin mucho preámbulo, decidió que era una buena idea y partió a conocer a sus pretendientes cibernéticos. Ok –le dije- pero cualquier cosa me llamas y te voy a buscar. Mis amigas y yo estábamos entre asombradas por la aperrada actitud de la protagonista de esta historia y preocupadas porque nos dimos cuenta que con el tiempo su vida amorosa se había convertido en un juego en el cual quien tiene la mejor foto se queda en cancha y gana el pase para juntarse con la princesa.
Nunca vimos que se entusiasmara realmente con alguno. Lo más cercano a sentir mariposas en el estómago fue con un chico con el que salió casi tres meses y luego de que vio que la cosa no iba a ningún lado, comenzó a reclamarle al mundo que los hombres eran unos cerdos que sólo buscaban sexo. A lo que contestamos en coro: "¡Obvio!, lo conociste en Internet, apenas sabes cosas de él y ¿esperas que sea el amor de tu vida?" Ni siquiera sabíamos si el tipo estaba diciendo la verdad, y en primera instancia, el chiquillo en cuestión tenía una foto nada que ver con su aspecto frente a frente. Entre Photoshop, cursilerías e invitaciones a bares, ella se emocionó y se terminó cegando con alguien que de caballero, sólo tenía el apellido.
Entonces, la gran interrogante de por qué buscamos el amor por Internet se hace presente. Los motivos son grandes y peligrosas excusas. Les dejo una pequeña lista, a ver qué opinan:
1. Lo buscamos en Internet porque no tenemos tiempo: sí, entiendo muy bien que el mundo laboral toma muchas horas de tu día y que a veces, cuando se termina la jornada, lo único que quieres hacer es irte a tu casa, comer algo y dormir. Yo creo que el que quiere, siempre puede. No hay por qué usar Internet como herramienta para conocer gente, aparte de ser demasiado impersonal, las percepciones pueden ser distintas al momento de ver a esa persona a la cara.
2. Necesitas un amor cibernético porque estás aburrid@, sol@ y tienes un Smartphone lleno de programas de citas, de gente que viste en la calle que te atormenta en tu tiempo libre. Independiente de la situación de tu pretendiente, debes darte el tiempo de conocer a la gente y no salir con ella ilusionándola porque no tienes a nadie que te llame por las noches. Además, tanto aburrimiento puede ser bastante desbordante.
3. Eres tímida en la cotidianeidad pero no tras la pantalla: tener miedo a socializar es un problema. Se entiende que no te interese hacerlo con todo el mundo pero es más auténtico hacerlo con personas que conoces en tiempo real, ¿no crees?
Igual tenemos las excepciones a la regla: hay quienes realmente conocen a una pareja que da para ser el amor de sus vidas, pero hay que tener ojo. Porque encontrar a esa otra mitad en un espacio donde nadie se ve las caras, en principio puede ser un arma de doble filo.
Y tú, ¿qué opinas?