Sin duda la primavera es una hermosa estación, el entorno se llena de colores, las plantas florecen y el paisaje se ilumina con la luz del Sol, la ropa se vuelve liviana y en el aire se respiran los romances, pero cuando padecemos de alergias primaverales, no hay forma de disfrutar de esta estación.
Las alergias son una respuesta exagerada de nuestro cuerpo a sustancias con las que se ha entrado en contacto como alimentos, polen o pasto. En primavera, el aire se llena de polen y otras sustancias propias del proceso de polinización de las plantas, lo que se traduce en el aumento de alergias ambientales con signos como la tos, irritación de ojos, picazón corporal y excesiva congestión nasal.
Dependiendo de la sensibilidad de cada persona, los síntomas pueden pasar disfrazados de un simple resfriado, hasta impedir el normal transcurso de nuestros días, debido a la presencia de ahogos, tos y congestión, a tal nivel, que pueden dificultar nuestra comunicación con las demás personas.
Si padeces de alergia primaveral y esta impide tu normal desarrollo, es urgente asistir a un especialista lo antes posible, ojalá en los meses previos a la primavera, para que te evalúe y recete antihistamínicos, evitando o disminuyendo los síntomas alérgicos.
De todas formas, hay muchos hábitos que podemos adquirir para disminuir las alergias:
1. Ventilar la casa solo al medio día, hora en la que bajan los niveles de polen en el aire.
2. Ducharnos y cambiarnos de ropa al llegar a casa, para quitar de nuestro cuerpo las sustancias alergénicas.
3. Lavar la ropa con agua caliente ayuda a eliminar el polen y polvo de mejor manera.
4. Llevar siempre lentes de Sol, que disminuyan el contacto de nuestros ojos con el polen.
5. Evitar plazas y parques, así como todo lugar donde abunden las plantas. Resistirnos a un descanso sobre el césped.
Aunque los médicos suelen mostrarse reacios a aprobar sus efectos, existen muchos remedios caseros que podrían ayudarnos a afrontar los males de primavera.
El ajo es conocido por sus propiedades curativas. Aumentar la ingesta de ajo crudo, incorporándolo en las comidas, puede ser una buena opción con la llegada de Septiembre.
Otra alternativa son las inhalaciones de agua de eucalipto, agua con sal marina y manzanilla. En los tres casos, se aumenta la mucosidad, eliminando residuos contenidos en nuestras vías respiratorias.
Aumentar el consumo de propóleo y vitamina C ayuda a fortalecer nuestras defensas, brindando una mayor protección contra los alérgenos del ambiente.
Por último, mencionamos el controvertido efecto de la nuez moscada, dicen sus defensores que por sus propiedades analgésicas, el olerla frecuentemente podría disminuir la sensación de incomodidad producto de la alergia, haciendo nuestro día más llevadero.
¡Ya lo sabes! existen muchas formas de contrarestar las molestias de las alergias primaverales, solo debes probar y encontrar las que más efecto produzcan en tu organismo, combinándolas efectivamente con tus remedios e indicaciones médicas, total ¡cualquier ayuda es válida para sentirse mejor!