Que levante la mano la que nunca ha soñado con tener un vientre plano y tonificado para lucir orgullosa en el verano. Cuántas de nosotras no hemos intentado eliminar ese rollito regalón, pero nos damos por vencidas cuando no vemos resultados.
Es cierto que tener un abdomen plano puede ser muy, muy difícil, ¡pero no es imposible!. Yo decidí ponerme las pilas hace unos meses y les juro que tomando en serio el asunto se ven resultados.
Hay que tener en cuenta que si tenemos sobrepeso es bien difícil que no tengamos grasa en el abdomen; de hecho es probable que sea donde más se nos noten los kilitos extra. La buena noticia es que los resultados también se comienzan a ver ahí.
Lo primero que debemos hacer para sacar toda la grasa de nuestra pancita es eliminar y reducir algunas cosas que no nos hacen bien (sí chiquillas, hay que hacer el esfuerzo). El azúcar es el principal enemigo de una guatita plana, porque dispara la insulina y ésta luego se convierte en grasa, que se acumula adivinen dónde. Además, mientras más azúcar comes, más deseos tienes de cosas dulces. La sal también hay que reducirla, ya que hace retener líquidos y esto hincha el abdomen.
¡Pero ojo que no todo es reducir! También hay que aumentar el consumo de algunas cosas, como la fibra y las proteínas. La fibra ayudará a regular la insulina y mejorará tu digestión; así tu abdomen no estará inflamado. Ejemplos son el germen de trigo, las semillas de chía y de linaza.
Las proteínas por su parte, ayudan a controlar la ansiedad, a sentirse satisfecho, a controlar las ansias por el azúcar y a quemar grasas. Yo parto el día siempre con jamón de pavo y de verdad que ayuda a no andar desesperada buscando un chocolate en la tarde.
Tenemos que decirle chao al alcohol y las frituras. Ni siquiera debo explicar por qué, ¿verdad? Lo otro que yo hago sí o sí, es comer cada tres horas máximo. Esto es súper importante porque mientras más tiempo pases sin comer, más lento se vuelve tu metabolismo, por ende quemas menos grasas. Además, no comer descontrola la insulina, que como ya les dije, la encargada de que no almacenemos grasa que no queremos.
Algo que todas sabemos pero nunca hacemos caso es comer lento. No sólo porque al cerebro le toma veinte minutos mínimo enviar la señal de que estamos satisfechas, sino también porque al comer rápido nos llenamos de gases y esto genera hinchazón. Por lo mismo, yo evito las bebidas, incluso las light.
En cuanto al ejercicio, los abdominales sirven siempre y cuando no tengas grasa, sino aunque hagas un millón de abdominales diarios vas a seguir teniendo el rollito. Hay que combinarlos con cardio, como el spinning, trotar, ir a una clase de zumba, etc. Busca algo que te guste y ¡muévete!
Por último, recuerda la postura. ¡Párate derecha y hunde el estómago! Esto ayuda a que nos veamos instantáneamente con el abdomen más plano y fortalece los músculos abdominales. De esta manera los vamos entrenando para que se mantengan así.
¿Vieron que no es tan difícil como parece? Siguiendo estas simples pautas puedes ver resultados en menos de lo que crees, así que si quieres llegar con un abdomen envidiable al verano ¡aún estás a tiempo!