¿Alguna vez has pasado un terremoto en el cine? Yo sí, ¡y hace pocos instantes! Reconozco que la experiencia me causó harto temor, en especial por la duración que tuvo este “evento” (al ojo, más de 3 minutos). Estábamos en lo mejor disfrutando las correrías de Thomas, Teresa, Minho y compañía (Maze Runner: Prueba de fuego), cuando de pronto comenzó “la acción” real e interactiva.
En primera, pensé que se trataba de mi hijo moviendo con sus piernas las butacas, pero cuando el bamboleo se hizo más intenso, supimos de qué se trataba. Procuramos mantener la calma y quedarnos en las butacas hasta que el temblor pasara, cosa que es la más recomendable en este tipo de situaciones
Luego, vino la suspensión - obvia - de la función, que nos dejó sin conocer el desenlace del filme hasta nuevo aviso. Ahí iniciamos un periplo para evacuar el cine y volver a casa, tarea que constituyó ¡nuestra propia cinta de acción!: gente por doquier, diversos estados anímicos, réplicas varias, autos veloces y un largo etcétera.
Pero bueno, ¡sobrevivimos!. Y como lo más probable es que haya réplicas (que no superarán el movimiento inicial, así que "don’t worry!"), te dejo las siguientes recomendaciones:
1. Durante el sismo, respira profundo y procura conservar la calma, para así tomar decisiones acertadas.
2. Si el edificio en que te encuentras es seguro, mantente en su interior aún cuando sientas que se bambolea mucho. Busca un rincón seguro - donde ningún objeto contundente o cortopunzante pueda caerte encima - y espera ahí hasta que pase el movimiento. Recuerda que el dintel de una puerta o de una mesa son lugares privilegiados para resguardarse.
3. Si estás con una estufa o cocina encendida, tienes una vela para atraer la fortuna o cualquier otra cosa que implique fuego, ¡apágala de inmediato!.
4. Al evacuar un lugar, no utilices ascensores: prefiere las escaleras. Así evitarás quedarte atrapada por largo rato en el cubículo si es que la luz llegara a cortarse.
5. Mantén a mano una linterna con pilas, radio, un botiquín y agua potable.
6. Conversa siempre con tu familia respecto de un plan de acción en caso de que una emergencia los pille fuera de casa. Recuerda que las líneas telefónicas son lo primero que colapsa.
7. Si vives en el borde costero y percibes un fuerte movimiento telúrico, evacúa hacia la zona de seguridad (en las alturas de tu ciudad, usualmente demarcada por señales).
Siguiendo estos consejos, un nuevo remezón no te tomará desprevenida ni pasará de ser una anécdota. Recuerda que vivimos en un país sísmico y es probable que experimentemos unos 8 terremotos a lo largo de nuestra vida, por lo que ser precavidas y aprender a convivir con ellos nos hará las cosas más fáciles. Además, ¡fue un terremoto dieciochero! y sin duda que no vamos a olvidarlo.
Y tú, ¿cómo lo viviste?