La ecografía es el único mecanismo mediante el cual es posible saber qué sexo tiene tu bebé. Sin embargo, hay muchos juegos populares que las futuras madres pueden hacer para despejar esta incógnita, y al menos pasar un rato divertido para luego comparar con evidencias reales. Por eso, aquí les traigo algunos métodos - cero ortodoxos, aclaro - para intentar adivinar si el “okupa” en tu vientre es niño o niña. Toma nota y ¡veamos qué sale!
1. La prueba de la aguja o anillo: Enhebra hilo y aguja o bien, inserta un anillo en una pequeña cuerda y luego atala. Recuéstate de espaldas sobre tu cama y pide a tu pareja o mejor amiga que sostenga el hilo o cuerda sobre tu panza. Si ésta se bambolea como un péndulo - en forma horizontal - será un niño; mientras que si gira de modo circular, será una niña. Esta prueba no tiene fundamento científico, pero al menos a mí me dio resultado años atrás.
2. Sueños: La cultura popular señala que, si la madre sueña con su bebé durante los primeros meses de gestación, verá claramente en las imágenes oníricas si la criatura que espera es niño o niña.
3. Antojos: Otra creencia ancestral y muy difundida tiene relación con las características de los antojos. Se considera que las mujeres naturalmente propendemos a los sabores dulces (lo que explica nuestra inclinación hacia las tortas y chocolates), mientras que los hombres son más salados (los asados son un claro ejemplo). Por eso, si una futura mamá se ve orientada hacia la repostería, se dice que espera a una niña; en tanto que si prefiere las carnes, mariscos o ensaladas, tiene a un niño dentro de sí.
En mi experiencia, les cuento que así fue, ya que mis antojos fueron de arroz ¡lo más salado y picante posible!
4. Anatomía femenina: Otro popular pensamiento nos indica que, al estar esperando una niña, nuestra silueta se engruesa, mientras que la panza luce redonda y frontal. Contrario a esto, si esperamos a un varón, conservamos la cintura, engordando sólo el vientre. Éste, a su vez, se ve puntiagudo e inclinado hacia abajo.
5. Escuchar a la criatura: Otra poco convencional manera de saber si llevas a un niño o una niña es pedirle a otra persona que te diga qué cree que es, de manera tal que el bebé escuche. Si te dice un sexo y tu reacción es ruborizarte o sentir rigidez en la panza, el pequeño tiene el sexo contrario al que se te dijo (y está protestando tras ser confundido).
Recuerda que tras estas 5 formas de indagar el sexo de tu bebé, no hay ninguna ciencia, por lo que no debes tomarlo como un decreto o certeza de qué será. Úsalos sólo para entretención, ¡y luego cuéntanos cómo te va!