¿Qué se siente besar al mejor amigo? Me lo pregunté muchas veces siendo una niña. Por eso me pasé varios rollos respecto a lo que significaba pinchar con un partner. Desde que podía ser una amistad con ventaja hasta convertirse en el amor de la vida. Sin embargo, todo eso quedó atrás cuando lo experimenté, y supe lo que realmente era.
Con él habíamos sido compadres siempre. Siendo muy chicos cultivamos una relación bien cercana, casi de hermanos. Hablábamos de todo, hacíamos de todo y nos reíamos de todo de manera natural. Digamos que con sólo juntarnos a ser cada uno, la pasábamos genial. Por ejemplo, podíamos jugar a algo o simplemente sentarnos a conversar, y nos divertíamos igual.
Y hasta la adolescencia las cosas siguieron tal cual, con la sola diferencia de que me empezó a picar el bichito de cómo sería darnos un besito. Es que la amistad entre un hombre y una mujer era un tema recurrente en nuestro entorno. Estaba en todos lados, desde la televisión hasta las conversaciones de nuestros compañeros de curso. Y como era de esperarse, la curiosidad me carcomía.
Por eso un día me atreví, y entre cariñito y cariñito de amigos, me acerqué más para darle un beso. El comienzo fue bien tímido, pero terminó en un besazo de varios minutos igual. Porque sí: me gustó y mucho. Así que no pensé en nada, y sólo me dejé llevar por el sabor y ternura de su boca. Por un rato, habíamos pasado de partners a pinches.
Aunque no lo crean, la cosa no pasó de eso. Al día siguiente, todo siguió tal cual era antes del pinchazo. Fue como “aquí no ocurrió nada”, por lo que seguimos tan amigos como siempre. Supongo que nuestra experimentación era necesaria tanto para divertirnos como para confirmar que éramos partners inseparables. No por nada, hasta el día de hoy lo seguimos siendo.
Como ves, besarse con tu “best friend” puede ser una anécdota más si todo está claro entre ambos. ¡No hay para qué confundirse por nada! …Y así las cosas, ¿tú te atreverías a besar a tu partner?