¿Qué pasa cuando tu frase más dicha es "Mi amor, hoy no... me duele la cabeza"?, antes la historia era distintas, llevabas una vida sexual envidiable y siempre tenías ánimo para la acción, pero ahora algo cambió ¿qué pasa contigo?
El deseo sexual puede disminuir por varios motivos; entre ellos, el simple hecho de que ya no sientas amor por tu pareja. Pero obviemos eso, pensemos en otras razones por las cuales ya no quieres tener sexo todo el tiempo:
1. Cansancio: La vida cada vez pasa más rápido y exige más, ya sea el trabajo, la universidad, los hijos, nuestros padres o incluso nosotras mismas nos autoexigimos cada vez que podemos. Estamos constantemente criticándonos, pidiéndonos dar siempre lo mejor y llegamos a crucificarnos si cometemos algún error, por lo que llegar en la tarde/noche a la casa y además tener sexo es algo impensado.
2. Estrés: Si, es distinto al cansancio, el estrés es la preocupación constante por situaciones que sentimos que nos sobrepasan. Entonces si tu cabeza está en otra parte, si estás todo el día pensando en cómo solucionar tus problemas, en cómo llegar a fin de mes con tu sueldo o en qué hacer para que tu jefe te dé ese ascenso que tanto necesitas, también es lógico que no estés de humor para las relaciones.
3. Autoestima: no siempre nos sentimos en nuestro mejor momento. A veces descuidamos nuestro cuerpo, con lo que perdemos algo de amor propio y seguridad; ganamos algunos kilos o sentimos que los años se nos vinieron encima y ya no somos sexies y deseables. Esto sin lugar a dudas afecta en cómo nos enfrentamos a la sexualidad y la disfrutamos. Pero para esto te tengo una muy buena noticia: estudios revelan que los hombres en ese momento no se fijan en el rollito que está de más o en algo que esté caído. Sólo tú notas esos detalles de tu cuerpo, porque para él no existen.
4. Medicamentos: Existen cierto tipo de medicamentos que pueden disminuir la libido, que es el deseo sexual, por lo que bajan considerablemente las ganas de tener relaciones. Pregúntale a tu médico si el medicamento que estás tomando afecta ese ámbito de tu vida. Si es así, habla con él este tema por si se puede solucionar. Pero ten en cuenta que siempre tu salud es lo primero y tu pareja debería apoyarte en tus tratamientos. Prioriza siempre tu bienestar.
5. Rutina: A veces la rutina es matapasiones, pero para esto tienes soluciones a la mano. Prueba posiciones nuevas, lugares nuevos, compra algunos juguetes sexuales e intenta con ellos. Quizás sería bueno experimentar juego de roles o algún disfraz sexy; ponerle factor sorpresa y que se avive la pasión depende de ustedes.
6. Duración de la relación: Al principio de una relación todo es miel sobre hojuelas, el sexo es constante siempre y en todas partes, pero a medida que pasa el tiempo el deseo va disminuyendo, la constancia también y es algo normal que a todos nos ha pasado. La relación se va tornando más madura, logras una conexión más allá de lo sexual... ¡Pero tampoco te duermas en los laureles! Nunca es bueno irse a los extremos, la idea es lograr equilibrar.
Ojalá hayas encontrado el motivo por el cual tienes menos disposición para el sexo. Como ves, no es nada del otro mundo ni que no se pueda arreglar. ¿Consideras que falta uno?. ¿Cuál agregarías?