El aborto es un tema de debate sobre muchas mesas. Estar a favor o no se despliega de pensamientos ligados a la cultura, ética, experiencia y empatía de una persona, por lo que muchos "peros" pueden aparecer durante la argumentación. Sin embargo, en esta ocasión quiero exponer mi punto de vista respecto al aborto, el cual va ligado directamente con la integridad de cada mujer como ser individual, sintiente y vulnerable.
Estoy a favor de abortar. Respecto a los plazos para cometer este acto, creo que sólo dependen de lo que estime cada mujer como correcto; aún así, tengo sentimientos encontrados en relación a las eliminaciones de fetos en el último trimestre de embarazo. A continuación, enumero cinco razones por las que estoy a favor del aborto libre femenino y sus respectivos argumentos y puntos de vista.
1. Tienes derecho a una nueva oportunidad
Da igual si tienes 13 ó 40, si quedaste embarazada y no querías, tienes derecho a darte una nueva oportunidad para cuidarte y aprender más sobre tu cuerpo. Es egoísta condenar a una mujer por toda su vida por no tomarse una pastilla o no identificar una ovulación.
Si bien es responsabilidad de cada una cuidar su sexualidad, hay aspectos que se van de las manos: a veces los anticonceptivos fallan o, en el caso de una adolescente, puede que no tenga la información necesaria para saber si puede o no estar dentro de un periodo fértil. Es un error que se puede corregir si aún se está a tiempo.
2. Violaciones y malformaciones
Ninguna mujer debe estar obligada a concebir un hijo de un violador. Este tipo de abuso sexual inevitablemente provoca un trauma en la víctima: una mujer ultrajada hasta lo más íntimo de sí, tragedia que empeora cuando ésta -para colmo- queda embarazada de el antisocial. Es imposible que una mujer pueda superar esta terrible experiencia si lleva un fruto de ello consigo toda la vida.
Respecto a las malformaciones, un feto con malformaciones arruinará la vida de su madre si ésta no tiene la disposición económica y psicológica para enfrentarlo. A su vez, el hijo no podrá vivir una vida plena si no se contemplan los aspectos anteriores.
3. Tener un hijo no deseado puede arruinar tu vida
Lamentablemente tener un hijo, sin querer tenerlo, puede arruinar tu vida temporalmente o para siempre. Especialmente si tienes planes de estudiar, trabajar, viajar o vivir sola, probablemente tendrás que postergar por mucho tiempo tus grandes sueños. A esto, se suman los fuertes cambios vividos en tu cuerpo y el shock de un embarazo no deseado, que pueden inferir totalmente en tu personalidad y forma de ser, convirtiéndote en alguien que jamás quisiste ser.
Cuando asumes ser madre, es un compromiso para toda la vida. Si tienes muchos planes y en estos no está incluido un niño, aún tienes la opción de abortar y postergar o anular la maternidad.
4. No estás obligada a asumir compromisos que no buscaste
A diferencia de escoger una carrera y entrar a la universidad o morirte de hambre pagando un arriendo porque querías independizarte, tener un hijo no deseado es una situación que no planeaste. Cuando uno quiere algo, está dispuesto a luchar con ello aunque el camino sea difícil; sin embargo, ser madre sin quererlo, es obligar a alguien a comprometerse con un rol que no estaba dispuesto a asumir: un rol complejo y delicado.
5. Una mujer no debe ser madre si no quiere
Este es el punto más fuerte dentro del discurso: nadie puede obligarte a ser madre si no lo deseas. Da igual si compartes algún vínculo con el padre del feto en gestación o no, eres tú quien tendrá que cargarlo en el vientre por nueve meses y sufrir cambios hormonales terribles.
A lo anterior, se suma la traumática experiencia del parto (que sí duele un montón y estás totalmente expuesta) en donde -además- en tu cabeza pensarás que no lo estás haciendo porque quieres, sino que porque te obligan (sociedad, familia, pareja, etc). Y luego, tendrás que privar muchos aspectos en tu vida, en donde te verás dependiente de las necesidades de un ser que no habías planificado ni querías tener.
Si bien la experiencia del aborto puede resultar impactante para algunas mujeres, tienes el tiempo suficiente para recuperarte y apoyarte sola (o buscar ayuda): en un encuentro contigo misma, espacio que no da un bebé y razón por la que muchas madres terminan profundamente deprimidas.
Nunca olvides que la única dueña de tu cuerpo eres tú y nadie más sufrirá las consecuencias como tú: decide por ti, y no por los demás.