¡Que levante la mano quien nunca haya pasado por una borrachera!. Uf, debo admitir que las curaderas a los 26 no son lo mismo que las que tenía en la universidad (algunas dirán, ¡26!, está exagerando… pero no, les digo que así es). Me siento el doble de mal al otro día, cuando se me pasan las copas y mi cuerpo no responde con la productividad que debería.
Dentro de todo, tomarse unas copitas de más de vez en cuando (siempre y cuando no sea exagerado) está bien, ayuda a relajarse. Cuando una es más “chica” se pasa el rato (o al menos yo lo hacía) planeando panoramas con mis amigos para celebrar cualquier cosa.
Recuerdo una de las tantas veces en que salí con mis amigas a celebrar un cumpleaños... Andábamos todas “solteras”, por lo que nos dedicamos a conocer gente. Ese día aplicamos modo “tequila” y entre mucho limón y shots terminamos siendo la sensación de la fiesta. Fue super entretenido, porque esa “borrachera” fue siempre consciente (créanlo o no, a pesar de haber optado por el tequila aniquilador). Estuvimos en un lugar con una onda muy “buena”. De hecho, luego de esa fiesta me terminé haciendo amiga de un grupito con el que aún comparto algunas anécdotas.
De todas maneras, creo que la onda de “emborracharse” o borrarse es pésima. Primero porque no es necesario y segundo porque se ve mal tanto en hombres como en mujeres. Además si una no tiene los amigos correctos, no hay certeza de que en aquella noche de carrete loco alguien se va a quedar a tu lado cuidándote o preocupado de llevarte a casa. A estas alturas, considero que es vital carretear con responsabilidad, porque las peores cosas que te pueden pasar suceden cuando estás bajo los efectos del alcohol. Está bien tomarse un par de copetes, pero olvidarse del mundo puede ser un gran error. Obviando que copete + locura + celular es - además - la peor combinación. Así que pásenlo bonito, pero con responsabilidad. Es el consejo de esta chiquilla de 26.
Y tú, ¿qué opinas?. ¿Alguna borrachera memorable que “recordar”?