He viajado en avión toda la vida, pero a medida que pasan los años, más me dan terror los viajes y sobre todo las turbulencias.
Puede que el movimiento dure 10 segundos; sin embargo, la sensación de que “el avión se va a caer” y tener que calmarse, apretar bien el cinturón y respirar profundo para no enloquecer, ¡me supera!.
Hace poco viajé y tuve un vuelo espantoso, ya que justo había frente de mal tiempo. ¡Ni les explico lo terribles que fueron esos minutos! El avión hacia una especie de tiritón y de pronto venían esos bajones que dan “cosquillas” en la guata. ¡Y en ese momento se transformaron en un dolor terrible en el estómago!.
Además, cuando una está pasando por esos instantes, nuestra cabeza nos traiciona y nos trae puros malos recuerdo que están lejos de calmarnos: el accidente del Casa 212 en Juan Fernández, el intencionado estrellamiento del Germanwings en los Alpes y otra serie de vuelos fallidos.
A modo personal, recuerdo a mi propia hermana menor, la que dejó de viajar hace 5 años aproximadamente. Realmente le es intolerable viajar en avión, ya que su miedo ni siquiera comienza en el momento de las turbulencias, sino que días previos a un viaje. ¡Una total tortura para ella!.
¿Qué hacer en esos instantes? Además de seguir las indicaciones del piloto y asistentes de vuelo, les recomiendo que respiren profundamente y no enloquezcan, ya que tampoco podemos estar provocando pánico colectivo en un espacio tan reducido y en una situación tan incómoda para todos.
Si vas acompañada no dudes en tomar de la mano a esa persona (sin triturársela tampoco). Al contar y aceptar tu miedo, de seguro tu acompañante tratará de calmarte.
Como idea final, siempre piensen que viajar en avión es mucho más seguro que viajar en bus. Con esto en la mente, procuren relajarse y disfrutar de ¡un excelente viaje!