Hace muy pocos días, el conocido futbolista chileno Jorge Valdivia sorprendió a su esposa Daniela Aránguiz con la particular propuesta de ser padres nuevamente, a lo que ella argumentó sus deseos de estudiar. ¿Estudios, maternidad o ambos?
Esta proposición del “Mago” no deja de ser toda una “copucha” para los medios de farandula y quienes seguimos a Daniela en Instagram, pues no sólo nos sorprendió la historia, sino también el hermoso regalo que le acompañaba: un anillo, un par de aros y un collar. Bien podría ser éste el centro de la noticia, pero el comentario de la foto fue lo realmente importante:
“Jorge llegó con este regalo y me dijo 'por favor, dame otro hijo!. Tú eres la mejor mamá del mundo y la mejor mujer que pude elegir para casarme. Estoy enamorado de ti y quiero tener una familia para siempre contigo!' ¿Qué dicen? Yo quería estudiar!"
Tremendo tema para toda mujer. Pocas son las que no han pasado por este tipo de cuestionamientos, porque si bien la familia es primordial, también lo es sentirse bien con una misma, desarrollarse personal y profesionalmente. Existen mujeres que dedicaron su vida a criar a sus hijos y, orgullosas de ello, no tienen temor en decir que fue la mejor decisión; pero otras han postergado el gran paso de ser madres hasta terminar sus estudios. Si bien Daniela ya tiene dos, un hijo es siempre una bendición. ¿Qué debería decidir, entonces?
Si estás en una problemática similar, quizá existan varios factores a considerar, los que dependiendo de ti, serán más o menos relevantes. No obstante, siempre será bueno darles una mirada. La edad, por ejemplo; lamentablemente, el ultra mencionado reloj biológico corre en contra. Con el paso de los años, las posibilidades son menores, aumentan los riesgos y lo queramos o no, el temor a que algo "no salga bien" ronda como principal tema. Asimismo, los recursos pueden ser un factor decidor: un sueldo escaso o con poca proyección traerá momentos difíciles, pero dicen que los bebés vienen "con la marraqueta bajo el brazo", y según lo que he visto, diría que es verdad.
La incompatibilidad de desempeñar el rol materno con el plano laboral o los estudios, es otro punto a tener presente. Actualmente, las leyes favorecen a las madres en algunos aspectos, pero es verdaderamente difícil los primeros meses. El apego con el bebé, los tiempos de lactancia, dar aviso en el trabajo, reorganizar todo tu mundo a veces se vuelve tan complejo que mucha optan por dejarlos, posponer el regreso o cambiar de actividad. Por ultimo, están tus deseos. Si bien ya establecimos que un hijo es bueno, no podemos negar que la maternidad lo cambia todo: la relación con la pareja, con nosotras mismas, los tiempos de disfrute, de soñar, de viajar y por sobre todo, las expectativas. Muchas de las cosas que visualizamos ya no serán así, pero eso no significa que no lleguen a cumplirse; sólo pasarán de manera diferente.
Planteado todo esto, sólo me resta preguntar: ¿serias capaz de aplazar tus sueños?. ¿Qué priorizarías, maternidad o estudios? ¿Crees que las dos cosas sean compatibles? Si fueras amiga de Daniela ¿qué le dirías?.