Los años '50 no sólo fueron de la posguerra y el salto a la fama de mujeres estupendas que hasta hoy nos hacen envidiar su belleza, como Marilyn Monroe y Audrey Hepburn. Para deleite de nuestras jóvenes feromonas, también fue la época de varios de los minos más minos de todos los tiempos.
Llama a tu abuelita y suspiren juntas.
Elvis Presley:
Ok, las más jóvenes probablemente recordemos al rey del rock cuando ya estaba un poco alejado de la mano de Dios, más hinchadito y no precisamente por comerse todos los postres. Pero en sus años mozos, El Rey no dejaba indiferente a nadie con su cara varonil, sus labios carnosos y ese pelo encopetado que hasta el día de hoy le aguantaríamos. Mención aparte sus pómulos prominentes y su quijada marcada, algo que al menos a mí me encanta en un hombre. Hasta aquí, la historia nos regaló un minazo para recordar. Pero además de rico, el guapetón era talentoso. Con una voz profunda y una soltura de cuerpo que dejaría en vergüenza a la garotiña más avezada, es entendible que las chiquillas de la época dejaran casa y marido botados para seguir a Elvis dondequiera que fuese.
Paul Newman:
Este mijito rico las tenía todas. Llegó a engalanar los años '50 con sus tremendos ojazos celestes. “Ojitos de piscina” como diría algún piropero matapasiones. Comenzó su despegue actoral en 1954, pero además se destacó como piloto con su otra pasión: las carreras de autos, pese al impedimento de ser daltónico. Mientras nosotras le sigamos viendo esos profundos ojos color cielo, da lo mismo. Por suerte, nos dejó varias películas para seguir disfrutando de su juventud y esplendor.
James Dean:
El minazo de minazos por excelencia. Difícilmente habrá alguien que lo supere, porque este "Rebelde sin Causa" se convirtió en una verdadera leyenda, al morir a los 24 años en un accidente de tránsito. Luego de su deceso, tuvo 2 nominaciones póstumas al Oscar, siendo el primer actor en recibir una. “Sueña como si fueras a vivir para siempre. Vive como si fueras a morir hoy”. fue una de las premisas que nos dejó como legado (junto a su indudable belleza, claro).
Marlon Brando:
Además de juzgar las caras bonitas, debemos mencionar a Marlon Brando como el tremendo actor que era. Las películas icónicas en que participó - como "El Padrino", donde su actuación es impecable - son parte de la cultura cinéfila de todos los tempos. Pero como acá vinimos a hablar de la ricura de nuestros personajes, me sobo las manos para enumerar las características que hacían del joven Marlon un wachito rico de tomo y lomo. Rasgos faciales varoniles e impecables, huesos bien marcados, labios seductores y carnosos. A veces me recuerda a Robert Pattinson, otras veces a Billy Zane. Sea como sea, pucha que era rico.
Montgomery Clift:
Este minazo tuvo una vida tan corta (bueno, no tanto como James Dean) y un episodio tan perturbador e interesante que no sé si alabar su físico o contar la historia. Así que haré las dos cosas. Clift era un actor de Hollywood nominado al Óscar y gran amigo de Elizabeth Taylor. Cuando tenía sensuales 36 años - y retirándose en su auto de una fiesta en la casa de Taylor -, Clift chocó y casi murió ahogado por sus propios dientes que se le clavaron en la garganta. Elizabeth, sabiendo que esta ricura no podía morir tan joven, lo salvó extrayéndole los dientes y evitando que muriera ahogado. Sin embargo, Montgomery Clift falleció 9 años después, debido al abuso de drogas. Nos quedamos con el recuerdo de este guapo hombre que inmortalizó su belleza para siempre en las mentes lujuriosas de miles de mujeres.
Ahora, no seas golosa y cuéntanos. ¿Con cuál te quedas tú?