La virginidad es casi un mito o algo que poco le importa a la mujer del siglo XXI. Esa estupidez del sangrado en el primer encuentro sexual, es un tema que se quedó atrás y que poco tiene que ver con sentirse virgen o no. Con el pasar de los años, comencé a ligar este término a sensaciones nuevas: pero no cualquiera, sino realmente plenas y reconfortantes.
Tener sexo hoy es casi un deporte. Una persona distinta por mes o semana, o una relación tras otra. La falta de conexiones con una misma (auto-conocimiento del cuerpo), de lazos profundos que te unan al compañero sexual o la inexperiencia y torpeza de éste, puede provocar que ya no le veas gracia al encuentro. Incluso, puede que después de cada coito te deprimas, enojes o decepciones y sientas que perdiste el tiempo. Sin embargo, hay experiencias que pueden hacerte rebobinar el lamentable cassette de tu historial sexual.
"Como una virgen", dijo Madonna en 1984, en su polémica canción homónima. En la letra, describió el fracaso que debió vivir antes de que alguien realmente la hiciera vivir su sexualidad al máximo. La artista compara en esta pieza la emoción y excitación que puede sentir una mujer en su primera experiencia, siendo acertadas todas su expectativas en torno al acto.
Si bien ella habla de "hacer el amor" y sentirse amada, también sentirse like a virgin se relaciona con sensaciones intensas que nunca antes experimentaste. Es sentir que al fin disfrutaste el encuentro sexual y no te quedaste con las ganas (fingiendo en la mayoría del acto para que la otra persona se sienta bien). Es cuando por fin puedes gozar y te sientes plena contigo misma y cómoda con tu pareja sexual.
Y tú, ¿te has sentido virgen otra vez?.